Coto a las armas en EE. UU. - Alfa y Omega

Coto a las armas en EE. UU.

Un abogado que trabaja para la Santa Sede es tío de la víctima más joven de la matanza de la Escuela Elemental Sandy Hook, en Newtown. La familia quiere que este episodio ayude a evitar que «ninguna familia más pierda a su hijo», y por ello promueve que se avance en la restricción de armas. También los obispos han reiterado su petición en este sentido

José Calderero de Aldecoa

La muerte de un niño siempre es difícil de entender, y más si se trata de algún familiar. Alexis Haller pudo comprobarlo el pasado 14 de diciembre. Esa mañana se encontraba en el trabajo, hablando por teléfono, preparando un escrito legal para el Vaticano, cuando su madre le envió un mensaje de texto contándole que se había producido un tiroteo en la Escuela Infantil Sandy Hook, en Connecticut y su sobrino estaba desaparecido.

La madre de Alexis le estaba informando de una de las mayores matanzas producidas en Estados Unidos contra una escuela, en la que perdieron la vida 26 personas, 20 de ellas, niños.

Inmediatamente Haller se trasladó a Newtown para atender y ayudar a su hermana. Su hijo Noah Pozner, de 6 años, había recibido 11 disparos a quemarropa con un arma semiautomática, convirtiéndose en la persona más joven de las que fueron asesinadas aquella fatídica mañana.

Un mes más tarde, Haller se encontraba en Washington D. C. sentado en la primera fila de un auditorio en el edificio de oficinas Eisenhower donde el presidente y el vicepresidente anunciaron nuevas medidas de control de armas. El abogado Alexis Haller había elaborado y remitido varias propuestas para prevenir en el futuro la violencia armada. Estas propuestas fueron elaboradas utilizando su experiencia como abogado de la Santa Sede.

Inicialemente Haller criticó al Gobierno por, lo que consideró, un fracaso inicial en la ayuda a las víctimas y a sus familias. En un ambiente político en el que a menudo se utilizan a las víctimas como telón de fondo para apuntarse ventajas electorales, Alexis decidió usar su triste condición de afectado por la matanza como una oportunidad para la promoción de sus medidas por un mayor control en el uso de las armas de fuego. Toda la familia se aferró a la posibilidad de hacer algo positivo por la sociedad para salir de esta situación y que la muerte de Noah no fuera en vano. Haller y su familia recibieron una nota en la que la Santa Sede les expresaba su pésame y su apoyo. También el presidente Obama, durante los funerales, se refirió a Noah, del que dijo: «Él se habría convertido en un gran hombre».

Tras las medidas presentadas después de un exhaustivo estudio por parte de Alexis Haller, la familia aseguró que «si nuestros esfuerzos evitan que tan sólo una familia más pierda un hijo debido a la violencia armada, habremos logrado nuestro objetivo».

Esta semana, se ha cumplido un mes de la masacre, que ha reabierto el debate en Estados Unidos sobre la necesidad de un mayor control de las armas de fuego. Los obispos de Estados Unidos han reiterado la petición de «medidas que controlen la venta y uso de armas de fuego», petición que ya emitieron en el año 2000. Por su parte, el Vicepresidente Joe Biden, ha pedido apoyo a representantes de las 12 principales a confesiones en un plan integral para reducir la violencia armada, que incluye desde límites a la tenencia de armas, al control de los contenidos violentos de los videojuegos.