Los niños misioneros ayudan y, sobre todo, hablan de Jesús - Alfa y Omega

Los niños misioneros ayudan y, sobre todo, hablan de Jesús

María Martínez López
Ilustración: Asun Silva.

El domingo 22 de enero, se celebra en España el día de la Infancia Misionera. Este año, está dedicado al continente americano y su lema es Con los niños de América… hablamos de Jesús. En estas páginas, queremos hablaros de los niños de América, y también de todo lo que puede hacer un niño misionero.

La granja de los niños de la calle

La muerte de sus padres, el abandono, la pobreza, o la violencia que viven en sus casas, hace que muchos niños y adolescentes de Hispanoamérica vivan en la calle, y sobrevivan haciendo pequeños trabajos, y también robando o vendiendo droga. Son los niños de la calle, y son un buen resumen de los problemas que vive la infancia en ese continente: pobreza, falta de educación, necesidad de trabajar desde pequeños, violencia… Su vida es tan dura, que muchos de ellos esnifan pegamento. Es una forma barata de drogarse para no sentir el hambre, el frío y la tristeza. En Brasil, un sacerdote español, el padre Ramiro Ludeña, dedicó la mayor parte de su vida a ayudarlos a salir de esa situación.

Antes de ser misionero, Ramiro había aprendido mucho sobre vacas, ovejas y cabras, pues venía de una familia de ganaderos. Por eso, se le ocurrió la idea de fundar granjas-escuela donde los chicos se sintieran acogidos y queridos, aprendieran a convivir y a cuidar de los animales, a fabricar queso y otros productos con su leche, para venderlo y vivir de ello. También organizó un restaurante-escuela, donde estos chicos aprendieran también a trabajar en hostelería. En 2009, un chico que quería robarle para comprar droga le pegó un tiro. Sus amigos decían que, de haber sobrevivido, habría intentado ayudarle a él también.

La reconstrucción de Haití

Ilustración: Asun Silva.

El curso pasado, los niños de España recaudaron ¡casi dos millones de euros! para la Infancia Misionera. Si ya os parece mucho, tened en cuenta también que es una décima parte de lo que se consiguió en todo el mundo. La mayor parte del dinero aportado por España se envió a África y Asia, pero como estamos mirando a América, vamos a hablar de Haití, el único país americano al que España envió dinero. Justo hoy se cumplen dos años del terremoto que añadió más sufrimiento y pobreza a la ya mala situación del país. Infancia Misionera ha enviado a ese país 120.000 euros, de los cuales 34.000 salieron de España. Con ellos, se han financiado 12 proyectos destinados a atender a los niños. Por ejemplo, se va a terminar de construir un comedor que da de comer a 350 niños; un obispo podrá comprar material escolar y medicinas y empezar a construir una escuela para los niños de su diócesis; y en un centro que atiende a 35 niños discapacitados podrán comprar medicinas y otras cosas necesarias.

De todos y para todos

Ilustración: Asun Silva.

La Infancia Misionera no es algo que los niños de países ricos hacen por los de los países pobres. En América, Asia y África también hay niños misioneros que aportan lo que pueden para ayudar a otros. Por ejemplo, el curso pasado, los niños africanos consiguieron reunir 389.452 euros para el fondo común de Infancia Misionera. Todos los niños pueden aportar algo: oración, dinero, su propio testimonio… En la diócesis de Kitui, en Kenia (África), los niños son tan pobres que no pueden dar nada más que un huevo. ¡Pero trabajan mucho para conseguirlo! Allí, las gallinas están tan delgadas que no ponen huevos, y los niños se comprometen a cuidar y mimar de forma especial a una para conseguir que ponga un huevo. El día de la Infancia Misionera, lo llevan con mucho cuidado, algunos andando durante kilómetros, para ofrecerlo en la Misa como su aportación para los pobres.

Misioneros en su propia casa…

Ilustración: Asun Silva.

El lema de la Infancia Misionera de este año subraya no sólo la situación en la que viven los niños de América, sino la importancia de hablar de Jesús. Nuestros amigos de Obras Misionales Pontificias nos explican que, cuando los primeros misioneros fueron a América, lo lógico es que, al principio, los niños estuvieran más abiertos al mensaje del Evangelio, y luego se lo contaran a los adultos.

Eso sigue ocurriendo hoy en día, en América y en España. Gary y María Yaelin son primos, y sus familias vinieron hace unos años de Bolivia a Albacete, en España. Aunque es un país católico, sus padres no tenían mucho contacto con la Iglesia. De hecho, son siete primos y sólo una estaba bautizada; y los padres de Gary no estaban casados por la Iglesia. Al llegar a España, los niños empezaron a oír hablar más de Jesús en clase de Religión. Luego, en casa, contaban lo que les habían dicho. Entre ellos y sus padres, decidieron bautizarse, y los padres de Gary también quieren casarse por la Iglesia.

Gary explica que, «para mí, Dios es un Padre que nos ama a todos. Doy gracias a Jesús por mi familia. De Él, me encanta que cuida a toda mi familia. Doy gracias a Dios por mi abuelo de Bolivia, que está bien. Estoy contento porque voy al instituto. Le pido a Jesús ir a la universidad y que mi hermano tenga trabajo». María Yaelin también quiere, sobre todo, darle gracias a Dios: porque toda su familia está bien, «porque siempre está junto a nosotros; por la comida y el agua, porque tenemos una casa donde vivir y una iglesia donde rezar».

… y en la radio

Ilustración: Asun Silva.

Enrique, de 16 años, y su hermano David, de 15, ponen voz a los niños misioneros en Radio María. Con el padre José Joaquín, Delegado de Misiones en la diócesis de Albacete, un martes al mes hacen una edición del programa infantil La hora feliz, dedicada a las misiones. En cada programa, les acompañan chicos más pequeños de un colegio de la ciudad. El sacerdote conocía a Enrique y David porque estaban en su parroquia, en el grupo de catequesis. «Nos dijo que iba a hacer un programa basándose en la revista Gesto, para que quien quisiera le ayudara». Gesto es la revista infantil de las Obras Misionales Pontificias en España. Enrique y David se apuntaron a esta aventura radiofónica. «Principalmente, contamos lo que sale en la revista y hacemos una entrevista. Por ejemplo, hemos entrevistado a un misionero, a una Misionera de la Caridad, a un sacerdote…». Si ese mes hay algo de misiones, como el Domund o la Infancia Misionera, lo cuentan también». Lo que más nos gusta es transmitir el mensaje misionero. Tenemos inquietud por eso, y por que los demás lo conozcan. Conocer a misioneros en nuestro programa nos ha hecho cambiar la visión; ahora valoramos más y vemos más importante» que haya gente que lo deje todo para anunciar a Jesús. Además de en la radio, son misioneros en su día a día: «Mi padre es catequista, mi madre está en Cáritas, y con nuestros amigos también hablamos de estas cosas».

El Papa pide corazones abiertos

En el resto del mundo, la Infancia Misionera se celebra el día 6 de enero, la Epifanía. En España se ha cambiado a finales de enero, porque aquí la fiesta de los Reyes Magos tiene mucho peso. El mismo día 6, el Papa explicó en qué consiste la Infancia Misionera: «Niños de todo el mundo, reunidos en grupos, se forman a una sensibilidad misionera y apoyan muchos proyectos de solidaridad para sus coetáneos». Y, a ellos, les dijo: «¡Queridos niños y muchachos!, que vuestros corazones estén abiertos al mundo, como el Corazón de Jesús, pero estén también atentos a quien vive junto a vosotros, siempre listos para echarles una mano».