En defensa de la conciencia - Alfa y Omega

En defensa de la conciencia

María Martínez López

La imposición a personas e instituciones de conductas contrarias a la vida y a la familia preocupa mucho a los obispos estadounidenses, que trataron este tema durante la celebración, la semana pasada, de su Asamblea Plenaria. En ella, han podido debatir sobre los ataques recibidos y la respuesta de la Iglesia, después de que, el pasado septiembre, el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal del país apoyara la decisión de su Presidente, monseñor Timothy Dolan, de crear un Comité ad hoc para la Libertad Religiosa. El nuevo Comité está compuesto por diez obispos -entre ellos, monseñor Charles Chaput, conocido por su firme defensa de la vida- y diez consultores, y colaborará con diversas instituciones, no sólo católicas. Al anunciar esta decisión, monseñor Dolan denunció los intentos de limitar la capacidad de los católicos de participar en la plaza pública como gente de fe y «como proveedores de servicios».

La presión en este sentido se extiende en la sociedad, pero se manifiesta con mucha más fuerza en algunas decisiones de la Administración Obama. Por ejemplo, la reforma sanitaria que está tramitando obliga a los seguros médicos a pagar los anticonceptivos, incluso los abortivos. A pesar de una mínima cláusula de conciencia, afectará tanto a los centros sanitarios confesionales como a toda institución católica que ofrezca cobertura sanitaria a sus empleados. Por otro lado, el Gobierno ha retirado la financiación a un exitoso programa de la Iglesia contra el tráfico de personas por no ofrecer a las víctimas a las que ayudaban servicios de salud reproductiva. La decisión la tomó el Departamento de Sanidad y Servicios Sociales, cuya responsable, Kathleen Sebelius -que se declara católica-, afirmó hace poco, en un encuentro con abortistas, que «estamos en guerra» contra las convicciones pro-vida. También, parece ser, contra la familia. Obama ha afirmado que su Administración no defenderá, si es atacada en los tribunales, la Ley de Defensa del Matrimonio, de 1996, que impedía la aprobación del matrimonio homosexual a nivel federal. Si se aprobara una ley en este sentido, muchas agencias de adopción católicas de todo el país se verían obligadas a cerrar para no tener que dar a niños en adopción a parejas homosexuales, como ya ha ocurrido en varios Estados que han aprobado el matrimonio homosexual. Para suavizar la tensión de los últimos meses, el Presidente Obama se vio obligado, pocos días antes de la Plenaria, a mantener un encuentro privado con monseñor Dolan.

A pesar de todo, durante la Plenaria, el nuevo Nuncio de Su Santidad en el país, monseñor Carlo Maria Viganò, subrayó la «influencia única» que ha ejercido, «en la formación de la sociedad americana», la Iglesia católica, la religión con más fieles -65 millones- en el país.