«Dios nos llamó y estamos agradecidos» - Alfa y Omega

«Dios nos llamó y estamos agradecidos»

El Encuentro de Vida Consagrada, celebrado en Madrid los días 3 y 4 de octubre, reunió a 1.500 personas de diferentes realidades de la vida consagrada

Alicia Gómez-Monedero

«Nos une la alegría, la gracia y la dicha»; así saludó monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, a los 1.500 asistentes al Encuentro de Vida Consagrada celebrado en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Madrid durante los días 3 y 4 de octubre. «Alegría porque Dios nos ha elegido para estar aquí. Gracia porque el Señor se acercó a nuestra vida y nos llamó y estamos agradecidos, y dicha porque nos acercamos a los demás como lo hizo Jesús», dijo el arzobispo.

El ciento por uno

El encuentro, que llevó por nombre Corazones que desean algo grande, comenzó con tres ponencias sobre la misión y la belleza de la vida consagrada. El sábado por la tarde, tuvo lugar un concierto-testimonio con la intervención de religiosos de distintas realidades con el fin de «presentar la variedad de esta forma de vida», explica Óscar Romano, componente de la comisión organizadora del concierto.

Uno de los testimonios fue el de Belén Carreras, misionera idente. «Dios te sorprende. Cuando crees que has dejado algo, te lo da con el ciento por uno», explicó la consagrada. Carreras es de Granda y procede de una familia gitana. «En mi casa siempre hemos sabido que Dios estaba con nosotros y era tan evidente que hasta las vecinas que no eran gitanas decían: “Esta familia tiene una gracia especial”». Conoció a los 15 años esta congregación, ya que su profesora de Religión pertenecía a ella.

Entrega plena

«Comencé a darme cuenta de que quería una vida más plena con Dios. Al conocer a las misioneras, supe que allí la tendría», dice. Tras 14 años de misionera, Belén cuenta que le costó dejar a su familia pero «justo cuando lo hice, me dieron la misión de la pastoral gitana y ahora estoy con gitanos todos los días. Es estar con mi familia de nuevo». Belén es ahora directora del Departamento de la Pastoral Gitana de la Conferencia Episcopal.

El domingo se celebró en la catedral de la Almudena la Misa de clausura del encuentro, presidida por monseñor Vicente Jiménez Zamora, arzobispo de Zaragoza y presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada de la CEE, que habló sobre el significado esponsal de la vida consagrada como «exigencia de la Iglesia a vivir en la entrega plena y exclusiva a su esposo, Jesucristo». Concelebró el arzobispo emérito de Sevilla, el cardenal Carlos Amigo.

Próxima cita

Salamanca acogerá, del 5 al 7 de diciembre, un encuentro de religiosos y religiosas jóvenes que contará con la presencia del cardenal João Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Dirigido a religiosos y religiosas desde la profesión temporal hasta los 40 años de edad.