El sacerdote secuestrado en Siria logra escapar del ISIS

El martes 13 de octubre saltaba la noticia a los medios de la liberación del padre Jaques Mourad. Sin embargo, AsiaNews ha asegurado que se trató de una huída. Fuentes cercanas al religiosos han asegurado que éste escapó el día 11 de octubre de la prisión donde estaba retenido por el Estado Islámico. En una entrevista concedida al canal italiano TV 2000, el padre Mourad contó como fue su cautiverio: «Casi todos los días había algún miembro del Estado Islámico que entraba donde estaba recluido y me preguntaba “¿quién eres?”. Yo respondía “Soy nazareno, o sea cristiano”, “entonces eres un infiel”, gritaban. “Si no te conviertes te cortaremos la garganta con un cuchillo”. Pero yo jamás firmé ningún acto de abjuración al cristianismo», afirmó el religioso.

El padre Mourad explicó también que «mientras estaba prisionero esperaba el día de mi muerte pero con una gran paz interior. No tenía ningún problema en morir en nombre de Nuestro Señor, no sería ni el primero ni el último, sino uno entre los miles de mártires por Cristo».

Él logró escapar de Al Qariatayn disfrazándose y a bordo de una motocicleta, «con un amigo musulmán», pero su pensamiento va hacia los prisioneros cristianos todavía en manos de los jihadistas. Agradeció «a cuántos han rezado por mi liberación, es un milagro que haya logrado escapar de manos del Estado Islámico, un milagro de la Virgen María».

Sin noticias del padre Paolo

Se cree que el rapto de Jacques Mourad, producido el pasado 21 de mayo, fue motivado por promover el diálogo interreligioso. Se sospecha que esta sea la razón del secuestro del padre Paolo Dall’Oglio, jesuita romano fundador de la comunidad monástica de Deir Mar Musa. Se tiene conocimiento de su desaparción el 29 de julio de 2013, cuando intentaba mediar en una negociación para liberar a unos rehenes después de volver al país tras ser expulsado. Desde entonces no se tienen noticias del sacerdote. Tampoco se sabe nada de los dos obispos ortodoxos Bulos Yaziji y Gregorios Ibrahim secuestrados en 2013, así como del sacerdote Antoine Boutros, raptados al sur de Siria en julio de este año cuando se disponía a celebrar Misa. Así mismo también se teme por los 190 cristianos que están aún en manos de los radicales islamistas.