Los vulnerables - Alfa y Omega

Había pensado titular este artículo Los más vulnerables, pero pensé que, aparte de los niños, hay mucha más gente que podría incluirse en este apartado. Así que mejor decir Los vulnerables y dejar la puerta abierta para hablar de otros grupos más adelante.

Sin duda, la infancia es uno de esos estadios donde más expuesto se está a todo, a lo bueno y a lo malo. De nuevo tengo que volver a mi llegada a África y a mi primer destino aquí en Malawi, en el orfanato de Chezi. Me topé de bruces con una realidad que conocía pero que aún no había experimentado: la realidad de los niños malnutridos y de los niños huérfanos. Esa realidad choca, te hace daño, te cuestiona y te lanza, sobre todo, a intentar crear el ambiente y los medios para que esos niños puedan alcanzar la madurez sin más sufrimientos que los que ya tienen.

En todo este tiempo hemos apostado por la educación, por darles las herramientas que les ayuden a ser ellos y que les lancen a trabajar por su país. Ha habido de todo: éxitos y fracasos, logros y abandonos, sobre todo en el caso de las niñas, que tienen que enfrentar el doble de trabas y problemas en su camino. Pero esto no nos puede desanimar, al contrario, tiene que hacernos trabajar con más fuerza, más energía. Por mucho que hagamos nunca será suficiente, siempre habrá más y más por hacer, niños y niñas que siguen acudiendo a nuestras misiones, porque saben que se les tendrá en cuenta.

Lo sabe George, que acaba de llegar a Chezi con 2 años y arrastrando el sida que su madre, muerta, le dejó en herencia; lo sabe Promise, que a pesar de su discapacidad física acude a nuestra misión de Lilongwe en busca de ayuda; lo sabe Gladys, a quien su padre alimentó con leche en polvo hasta que llegó a la misión de Chezi, y ahora, en el último año de Primaria, piensa en lo que será en un futuro; o lo sabe Yohane, en el primer curso de Medicina, que llegó con apenas 2 años a la misión junto con sus hermanos tras el entierro de su madre.

Mientras miremos adelante con esperanza y mientras haya gente que les apoye en la distancia, saben que no están solos, que estamos con ellos.