Los padres se oponen a que el Ayuntamiento de Sevilla reparta lubricante anal a menores - Alfa y Omega

Los padres se oponen a que el Ayuntamiento de Sevilla reparta lubricante anal a menores

España Educa en Libertad reclama que los padres sean informados con antelación de todos los programas sobre educación afectivo y sexual, denuncia la «erotización» de los menores en centros escolares y pide que la Administración respete el artículo 27.3 de la Constitución

José Antonio Méndez

Después de que el Ayuntamiento de Sevilla haya anunciado que repartirá anticonceptivos y monodosis de lubricantes anales y vaginales por los institutos de la ciudad, dentro de su Plan de Promoción y Protección de la Salud Afectivo Sexual, la Federación Nacional España Educa en Libertad (ESEL) ha denunciado esta «intromisión de los poderes públicos» en la educación de los menores, y ha reclamado que el Ayuntamiento retire una campaña al servicio de «los postulados de la ideología de género y de determinados lobbies» y «respete el artículo 27.3 de la Constitución».

ESEL, que fue uno de los agentes más activos contra la imposición de Educación para la ciudadanía, ha denunciado en una Nota de Prensa la campaña del Ayuntamiento hispalense, que «se enmarca dentro de las políticas que se han impuesto desde hace unos años en el ámbito educativo, y que suponen la intromisión de los poderes públicos, a través de determinados colectivos, en la esfera íntima y en la formación moral de los menores».

Modelado de penes y vulvas, lubricantes, protectores para sexo oral…

En el Informe Técnico de Necesidad para el Suministro de Lubricantes, el consistorio sevillano tilda de «necesidad» el hecho de tener que repartir geles vaginales y anales a menores de edad en los centros escolares, pues «la educación sexual en cualquier etapa de la vida (…) también tiene como objetivos (…) reconocer sus derechos sexuales y reproductivos, (…) disfrutar de las relaciones eróticas», denuncian desde ESEL.

No obstante, esta campaña no se trata de una medida aislada, pues en los centros escolares de Sevilla ya se llevan a cabo talleres entre los que se incluye el reparto de preservativos masculinos y femeninos, el modelado de vulva y penes, la distribución de protectores de látex para sexo oral, y la exposición de folletos explicativos de métodos anticonceptivos. Por ello, ESEL solicita «a los diferentes poderes públicos que respeten y hagan respetar el artículo 27.3 de la Constitución Española que garantiza “el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”».

Incitar a la erotización

«La imposición de programas como el desarrollado en los centros educativos sevillanos (y otros similares en las diferentes Comunidades Autónomas) vulnera este derecho e incide en la esfera privada de los menores de edad, incitándolos a una erotización y a una actividad sexual precoz desde los presupuestos ideológicos y morales que les marcan los poderes públicos a través de las asociaciones en las que delegan el desarrollo y la impartición de estos cursos, talleres y actividades», remarca España Educa en Libertad, federación que preside Marisa Pérez Toribio.

Reclamar el consentimiento paterno

Y mientras la Administración no dé muestras de respetar esos derechos de las familias, ESEL anima a los padres «a que defiendan su derechos como primeros y máximos responsables de la educación de sus hijos y no permitan que nadie decida en qué términos debe enfocarse su formación moral», acudiendo a los centros educativos para «exigir que sean informados previamente de cualquier actividad que vaya a desarrollarse con sus hijos» y, «una vez conocidos los contenidos, actividades y materiales que se vayan a utilizar en los mismos, decidan si se ajustan a la educación moral que quieren para sus hijos y si van a tomar parte o no en dichas actividades, así como a que denuncien cualquier violación de sus derechos en el ámbito educativo de sus hijos».

La hora de defender a los hijos

«En este momento en que los poderes públicos invaden de esta manera las esferas más íntimas de los menores, sin respetar los derechos que asisten a los padres y que han sido consagrados en la Constitución Española, corresponde a los padres protegerlos, defender estos derechos y hacer que se respeten, implicándose de forma muy activa en la educación de sus hijos, estando muy presentes en los centros educativos y muy atentos a cualquier contenido moral o ideológico que se les pretenda imponer», concluye la Nota de España Educa en Libertad.