El cardenal Cañizares abre este jueves el Año Jubilar Eucarístico del Santo Cáliz con una misa solemne en la Catedral - Alfa y Omega

El cardenal Cañizares abre este jueves el Año Jubilar Eucarístico del Santo Cáliz con una misa solemne en la Catedral

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, celebrará este jueves, 29 de octubre, a las 19 horas en la Catedral, la misa de apertura del Año Jubilar Eucarístico del Santo Cáliz de la Última Cena que se venera en la Seo, en la que impartirá la bendición papal con indulgencia plenaria

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Foto: Alberto Sáiz/AVAN

Los actos programados en el Año Jubilar «se desarrollarán bajo el lema Cáliz de la Misericordia, a iniciativa del Cardenal», de forma que la convocatoria «une el Año del Santo Cáliz en Valencia y el de la Misericordia convocado por el Papa para toda la Iglesia a partir de diciembre», según ha indicado este miércoles el Vicario de Evangelización del Arzobispado, Javier Llopis, en la rueda de prensa celebrada en el Palacio Arzobispal, en la que también ha participado el presidente de la comisión diocesana de Liturgia del Arzobispado, Jaime Sancho.

«Esa vida eucarística necesaria para ser Iglesia unida a la gran devoción de la diócesis por la Eucaristía son las que movieron al anterior arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, a pedir que nuestra diócesis celebre cada cinco años un Jubileo de la Eucaristía, como nos recuerda el cardenal Cañizares en la carta en la que nos convoca a todos a participar en este Año Jubilar», según Llopis, que ha añadido que una vez concedido, el cardenal Cañizares acogió la convocatoria «con mucho gozo y empeño».

La Santa Sede aceptó que Valencia pueda tener un Año Jubilar del Santo Cáliz cada cinco años, según un documento aprobado en agosto de 2014 por la Penitenciaría Apostólica que, un año después, concedió «el Jubilar Año Eucarístico con la añadida indulgencia plenaria» a la diócesis.

Asimismo, la misa de apertura coincidirá con la celebración de la fiesta anual del Santo Cáliz, que organiza la Cofradía del Santo Cáliz, cada año el último jueves de octubre, y será concelebrada por el Cabildo Metropolitano y todos los sacerdotes que lo deseen.

Indulgencia plenaria

En la misa de apertura del Año Jubilar el Cardenal impartirá «la bendición papal con la añadida indulgencia plenaria» que se podrá merecer «bajo las condiciones acostumbradas -confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa- a todos los presentes» y a los que no puedan asistir «por razonable circunstancia» pero sigan la celebración por radio o televisión, de manera que podrán «alcanzar la indulgencia plenaria según las normas del derecho», según el decreto aprobado en agosto de 2015 por la Penitenciaría Apostólica.

La bendición «será impartida al final de la misa por parte del arzobispo que, empleando el Santo Cáliz, hará las tres cruces de la bendición apostólica con indulgencia plenaria», ha explicado en la rueda de prensa Sancho, canónigo conservador del Santo Cáliz de la Seo.

Por este motivo, la misa de este jueves será retransmitida por Internet, en «streaming», a través de la página web www.calizdelamisericordia.org, que se ha puesto en marcha con motivo de la apertura del Año Jubilar del Santo Cáliz, y también se podrá seguir en el canal de Youtube del Arzobispado, a través de un enlace en la página web www.archivalencia.org.

Por otro lado, el cardenal arzobispo de Valencia impartirá, igualmente, la bendición con indulgencia plenaria el 26 de octubre de 2016, día en el que se cerrará el Año Jubilar del Santo Cáliz y hasta el cual la Catedral será templo jubilar.

Foto: Alberto Sáiz/AVAN

Textos propios del Santo Cáliz y entrega de réplicas de la reliquia

La celebración del jueves comenzará con el traslado en procesión del Santo Cáliz por el interior de la Seo, desde su emplazamiento en su capilla, hasta el altar mayor, donde permanecerá toda la celebración, «en un recorrido durante el que haremos unas invocaciones al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, que son novedad este año para solemnizar la entrada», ha subrayado Sancho.

Posteriormente, dará comienzo la misa, en la que se emplearán los textos de la misa votiva del Santo Cáliz que aprobó el cardenal Cañizares, en agosto de 2014, siendo prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede. Precisamente fue el Cardenal el que usó por primera vez estos textos en la celebración de la fiesta anual del Santo Cáliz, en octubre de 2014, siendo ya arzobispo de Valencia.

Las misas votivas «no son propias del día sino que se celebran en días autorizados con una intención particular, en este caso, fomentar la devoción por el Santo Cáliz». Los textos incluyen oraciones propias y lecturas, y se podrán utilizar cada año, en la fiesta anual del Santo Cáliz en la Catedral, así como en todas las iglesias en los días autorizados.

Igualmente, la Cofradía del Santo Cáliz, con licencia del Arzobispado, ha editado y publicado un libro que recoge estos textos «que será enviado a las parroquias de la diócesis y cuya portada está ilustrada con el grabado más antiguo sobre el Santo Cáliz, anónimo y del siglo XVII, que se conserva el Archivo de la Catedral de Valencia», ha comentado Sancho.

Además, en la misa del jueves, en la que intervendrá el Coro de la Catedral y que concluirá con la vuelta del Santo Cáliz a su capilla, el arzobispo bendecirá y entregará réplicas del Santo Cáliz a parroquias «que han destacado por haber restaurado sus templos, por su labor pastoral o por algún motivo especial», cuyos párrocos concelebrarán la misa. Este año las parroquias que recibirán las réplicas son la de Santa Teresa de Jesús y la de Santa Catalina y San Agustín, en Valencia; la de Santa Bárbara, de Piles; la de la Visitación de Nuestra Señora, de Real de Gandía; y la parroquia de San Antonino Mártir, de la Font d’En Carrós.

Carta del cardenal Cañizares con motivo de la apertura del Año Jubilar Eucarístico del Santo Cáliz

Queridos hermanos sacerdotes, personas consagradas y fieles cristianos laicos:

Dios ha enriquecido a la diócesis de Valencia con muchos dones a lo largo de su historia. Uno de esos dones, sin duda de los más preciados y venerados, es el Santo Cáliz de la Última Cena de Jesús, cuando instituyó la Eucaristía y tomó una copa llena de vino y dijo, anticipando su Pasión y su Cruz: «Este es el cáliz de mi sangre que será derramada por vosotros… para la redención de los pecados».

Aquella copa, aquél Cáliz, -por las vicisitudes de la historia, y según datos muy fiables, fidedignos, de la Tradición- Dios ha querido que viniese hasta aquí, hasta nosotros para ser guardado con verdadero sentido religioso y para ser venerado como se merece. Mi querido predecesor en la Sede Valentina, monseñor Carlos Osoro, con gran acierto y sentido de Pastor, acudió a la Penitenciaría Apostólica para pedir que cada cinco años fuese declarado Año Jubilar del Santo Cáliz, con las prerrogativas anejas, para venerar tal Reliquia de tan alto recuerdo y valor y, así, promover el culto eucarístico, primariamente en la diócesis de Valencia y, también, en cuantas personas se acerquen a contemplarlo y venerarlo en ese Año Jubilar quinquenal. La Penitenciaría Apostólica, con gran generosidad y comprensión, accedió a la petición, y ahora, el próximo día 29, jueves, fiesta del Santo Cáliz, va a dar comienzo el primer Año Jubilar del Santo Cáliz, con el lema de Cáliz de la Misericordia, por coincidir con el Año de la Misericordia, convocado con el papa Francisco para toda la Iglesia, y por ser el Cáliz de la sangre derramada para el perdón de nuestros pecados.

El misterio eucarístico

Ante este año jubilar nos sentimos llenos de gozo y agradecimiento por lo que el Santo Cáliz es, y lo que en él se ofreció a toda la Iglesia de todos los tiempos y constituye su corazón: el misterio eucarístico, en el que se contiene el don que Jesucristo hace de sí mismo, revelándonos el amor infinito de Dios por cada hombre y haciéndonos partícipes de él.

No podemos silenciar ni ocultar el gran misterio de la fe: la Eucaristía, el misterio de la Última Cena en que se anticipa el Sacrificio de la Cruz, la entrega de Jesús hasta el extremo, y ahora se perenniza hasta el fin de los siglos. La Iglesia, porque es para todos este Misterio, -presencia real de Cristo, de su ofrenda, de su sacrificio, de su amor entregado por nosotros- quiere que todos los hombres participen de él y se alimenten de él, Amor de los amores, y así entren en su alegría, la alegría que los cristianos tenemos y nadie nos puede arrebatar. De aquí brota la alegría cristiana, la alegría del amor y del ser amados. El misterio eucarístico, que este Santo Cáliz presenta, alimenta en los creyentes de todas las partes la alegría profunda, que está íntimamente relacionada con el amor y la paz, y tiene su origen en la comunión con Dios, Dios-con­ nosotros- y los hermanos.

Con admiración, asombro y alegría incontenible la Iglesia adora, contempla, participa el misterio de la fe, la presencia real de nuestro Señor Jesucristo, en el Sacramento del altar, que evoca como pocas realidades el Santo Cáliz. Él ha querido quedarse con nosotros y ser el corazón latente de la Iglesia. En este sacramento está todo y de él brota todo. El futuro está en él, el futuro del mundo en él se encuentra. No podemos escamoteárselo. Es a lo que nos ayudará este Año Jubilar que comenzamos, D.M, el jueves, día 29 de octubre, con una Eucaristía en la Catedral a las 7 de la tarde.

Os invito a todos y confío que muchos os unáis a este importante acontecimiento de gracia que el Señor nos concede, así como a los actos y gestos de este Año jubilar. Os espero. La Santa Misa, inicio de este Año de gracia, la ofreceremos por la paz en Tierra Santa y en Oriente Medio, como el Papa nos pidió recientemente, y, además, porque allí, en aquellas tierras, está el origen del Santo Cáliz de la Cena, Cáliz de la Pasión y de la Sangre de Cristo, ofrecida por Él para la reconciliación.

Invito, al mismo tiempo, a sacerdotes, personas consagradas y fieles cristianos laicos a que os unáis religiosamente a los actos de este Año Jubilar, y que Dios os conceda toda suerte de bendiciones y de gracias que acompañen este don de Dios, recibido por medio de la Iglesia. Que Dios derrame copiosamente su gracia sobre esta queridísima diócesis de Valencia.

Con mi bendición y mi afecto para todos:

+ Antonio, Card. Cañizares Llovera
Arzobispo de Valencia