De JMJ... sin saltar el charco - Alfa y Omega

De JMJ... sin saltar el charco

Cuando Benedicto XVI invitó, desde Madrid, a la JMJ de Río, muchos jóvenes españoles pensaron en ir a Brasil de cabeza. Para muchos no ha sido posible, pero no por ello renuncian a vivir la experiencia de esta nueva Jornada

María Martínez López
Jóvenes de Londres, con los coetáneos que los acogieron en Zamora durante los días previos a la JMJ de Madrid

¿Por qué perderte una JMJ sólo por no poder pagar un billete de avión? En 2008, cuando la Jornada Mundial de la Juventud se celebró en el lejano Sídney, esta idea movió a tres diócesis -Santiago de Compostela, Huelva y Pamplona y Tudela- a organizar encuentros paralelos. Este año, ante la JMJ de Río de Janeiro, serán cinco las JMJ paralelas en España: Ciudad Rodrigo para los jóvenes de Castilla y León; El Rocío (Huelva), para los de Andalucía; Tenerife para las Islas Canarias; Llinar del Vallès (Terrassa), para Cataluña y Baleares; y Roncesvalles (Navarra), para las regiones cercanas. También hay encuentros internacionales en Europa; por ejemplo, en Lourdes (Francia), del 23 al 28 de julio.

Las JMJ se consolidan

Miguel Ángel Echávarri, de la Delegación de Juventud de Pamplona y de Tudela, explica que «el encuentro paralelo de 2008, en el que participaron 800 jóvenes, dejó muy buen recuerdo. Cuando vives una JMJ quieres ir a la siguiente, y más al terminar la de Madrid. Muchos pensábamos ir de cabeza a Río, pero no es posible». Es una pena, pero el auge de estos encuentros también tiene una lectura positiva. Significa que «las JMJ se consolidan» como momento fuerte de la pastoral juvenil y, «ante la imposibilidad de ir, se ve que hay que hacer algo» para aprovecharlas, explica el padre Roberto Vegas, Delegado de Juventud de Ciudad Rodrigo. Miguel Ángel añade que «la JMJ no es para verla, sino para vivirla. Y puedes vivirla, aunque sea a miles de kilómetros, si te juntas con gente con las mismas inquietudes que tú. Eso te ayuda a crecer, y tú también ayudas a crecer a otros». También a don Roberto le parece muy importante este enfoque comunitario: «Los chicos de diócesis cercanas se van conociendo», y también sus responsables se acostumbran a coordinarse.

En España, esta toma de conciencia se ha producido, en gran medida, gracias a los Días en las Diócesis (DED) previos a la JMJ de Madrid. De hecho, en Ciudad Rodrigo, para su encuentro paralelo, ya tenían mucho terreno ganado, «adaptando lo que hicimos en los DED. Pero cambian las catequesis».

En efecto, la relación de los encuentros paralelos con la JMJ no es sólo la fecha, o el hecho de conectar en directo con los actos centrales, sino todo el programa, en el que las catequesis son clave. En Ciudad Rodrigo, quieren resaltar la llamada a la misión, que tan presente va a estar en Río. Pretenden ayudar a los jóvenes a «conocer la Iglesia para poder, luego, darla a conocer a los demás. El hilo argumental es que la Iglesia es como una ciudad, y hay que entrar en ella para conocer sus tesoros -la Eucaristía, la Palabra de Dios y los pobres-. Una vez los has conocido, hay que salir y darlos a conocer». Para ello, jugarán con el paralelismo entre las puertas de la ciudad y la puerta de la fe. Y es que cada encuentro paralelo, además de ofrecer lo esencial de la JMJ, aporta la riqueza particular de la diócesis que lo acoge. Ocurre igual en Roncesvalles, donde los jóvenes coincidirán con «cientos de peregrinos que comienzan el Camino de Santiago. Estoy convencido de que, para los peregrinos que lo hagan sólo por ocio, encontrarse a estos jóvenes» puede ser un buen testimonio, explica Miguel Ángel.

Tú a Zamora, y yo a Londres

Los jóvenes de Zamora también vivirán una Jornada diferente. «Un grupo de 80 ingleses de Londres, que estuvieron aquí en los DED -explica el Delegado de Juventud, padre Luis-Fernando Toribio- nos escribieron diciendo que ir a Río les resultaba muy caro, y que, si teníamos el mismo problema, nos invitaban a vivirla con ellos». Dicho y hecho, ambos grupos decidieron participar en Brightlights, un encuentro anual de jóvenes católicos, convertido este año en paralelo a la JMJ. Luego, pasarán una semana en Londres, en un «encuentro de fe» parecido a los DED.

Tatiana es una de las 50 jóvenes que irán a Londres. En 2011, «mi familia acogió a dos inglesas. Fue muy bonito compartir experiencias con ellas, porque somos bastante diferentes. Me llamó la atención cómo viven su fe, de forma mucho más seria e intensa. Me dieron fuerza para hacer yo lo mismo, porque veo que no estoy sola. Luego, he seguido en contacto con ellas. En cuanto nos propusieron ir a Londres, dije que sí. Estamos todos encantados con la idea». Don Luis-Fernando añade que también los ingleses «se sorprendieron de la fe de nuestros muchachos, de la naturalidad de la vida parroquial, de la acogida de las familias…, y congeniaron enseguida». La cita de este verano les ayudará, como a todos los que participen en los encuentros paralelos, a seguir creciendo en la fe sin tener que cruzar el charco.