El padre Mourad nos cuenta su cautiverio - Alfa y Omega

El padre Mourad nos cuenta su cautiverio

Fides

«Cuando estaba siendo deportado, con las manos atadas y los ojos vendados, me sorprendí a mí mismo repitiéndome: camino hacia la libertad. El cautiverio ha sido para mí como un nuevo nacimiento». Con estas palabras, el sacerdote sirio Jacques Mourad, Prior del Monasterio de Mar Elián, ha resumido la experiencia espiritual vivida en el tiempo que fue privado de la libertad por los yihadistas del estado islámico.

Un período de prueba que comenzó el 21 del pasado mes de mayo, cuando unos hombres armados secuestraron al sacerdote en el monasterio a las afueras de Qaryatayn junto con un ayudante, y que terminó el 11 de octubre, cuando el padre Jacques pudo recuperar la plena libertad.

En el relato de su experiencia del cautiverio, a través de la emisora cristiana Noursat TV – Tele Lumiere, el padre Jacques explica entre otras cosas que celebra la Misa en un dormitorio subterráneo, donde habían sido encarcelados previamente más de 250 cristianos de Qaryatayn secuestrados también por los yihadistas, con los cuales se reunió el 11 de agosto. «Los cristianos -dice el padre Jacques- a menudo eran interpelados sobre su fe y su doctrina cristiana, pero no se convirtieron al Islam, a pesar de las presiones. Permanecieron fieles al rezo del rosario. Esta experiencia de prueba -dice el monje sirio- ha fortalecido la fe de todos, e incluso mi fe como sacerdote. Es como si hubiese nacido de nuevo».

El padre Mourad es parte de la comunidad monástica de Deir Mar Musa, fundada por el jesuita romano Paolo Dall’Oglio, desaparecido en el norte de Siria el 29 de julio de 2013, mientras estaba en Raqqa, un bastión de los yihadistas del Estado Islámico.