«Estamos encantados, pero ahora es el Papa de todos» - Alfa y Omega

«Estamos encantados, pero ahora es el Papa de todos»

Las banderas blancas y celestes son unas de las más vistas por las calles de Río. El entusiasmo de los argentinos por el Papa Francisco, su paisano, ha contribuido a que la delegación de este país sea una de las más numerosas en la JMJ. Los peregrinos argentinos están convencidos además de que esta Jornada Mundial de la Juventud, presidida por el primer Papa latinoamericano de la historia, marcará decisivamente el futuro de la Iglesia en el continente

María Martínez López

Los argentinos son uno de los grupos más numerosos de peregrinos en esta JMJ, en torno a 42.000. Algo que se explica por la cercanía de los países y por el hecho de que ser la primera JMJ del primer Papa hispanoamericano y argentino. Tras su elección, muchos paisanos suyos se animaron a inscribirse en la Jornada. Sucedió, sobre todo, en Buenos Aires, de donde era arzobispo el cardenal Bergoglio. «Después de la elección del Papa argentino, se abrió el cupo que había para dejar que vinieran los que quisieran, y se apuntaron muchos más», explica el padre Pablo García, agustino de esta diócesis, que peregrina con un grupo de jóvenes vinculados a esta congregación.

Con todo, no fue así como ocurrió en todos los casos. «Nosotros teníamos el viaje elegido desde noviembre, y en enero cerramos las inscripciones -explica Elisabeth, de la diócesis de Concordia, en Entre Ríos-. Así que, cuando Francisco fue elegido Papa, nuestro viaje ya estaba programado con el número de personas cerrado» en 132. Eso sí, tras su elección la ilusión por la JMJ aumentó: «Estamos encantados, pero ahora es el Papa de todos», matiza.

El padre Pablo

Más allá de la Papamanía

El padre José Luis, que acompaña al mismo grupo, recuerda las veces que coincidió con el entonces cardenal Bergogio en «encuentros, conferencias y en Misas que tuve la oportunidad de celebrar con él. Y la verdad es que no ha cambiado nada de cómo era entonces, la espontaneidad y el estar cerca de la gente que tiene ahora ya era de antes. Sobre todo la pasión por los pobres la vivió siempre. Es un estilo de vida que le brota» de dentro.

En Argentina, como en otros países, también hubo efecto Bergoglio tras su elección: «En Semana Santa se notó más presencia de gente en las iglesias, más confesiones. Ha habido como una Papa-manía en Argentina». Una tendencia que tiene también sus aspectos cuestionables, pero que, bien pulida y purificada, puede servir de mucho. «Utilizo mucho sus mensajes y todo lo que dice, porque llega profundamente al corazón de la gente -explica el padre Pablo-. Y no porque sea argentino: lo sencillo que es llega a todo el mundo. Es eso lo que tenemos que intentar hacer».

El padre José Luis añade que «el mismo Papa ha ido dando pautas de lo que es ser cristiano. Cuando uno le escucha va dejando de lado esta Papamanía y viendo que tiene que preguntarse ¿Me decido a seguir a Jesús, o no?». Esta JMJ va a ser muy importante «desde la impronta que dio la Conferencia de Aparecida, que él tiene encarnada. Para toda Hispanoamérica» su elección y que su primer viaje coincida con esta JMJ «es confirmar el camino que viene haciendo la Iglesia en Hispanoamérica».