¡Bienvenidos a casa! - Alfa y Omega

¡Bienvenidos a casa!

10 euros de cada inscripción en la JMJ iban destinados al Fondo de Solidaridad, para que jóvenes de paísesen vías de desarrollo pudieran participar en esta gran fiesta de la fe. A ese fondo, se ha añadido la generosidadde muchos grupos y particulares. Nicaragüenses, peruanos, iraquíes… ¡bienvenidos a casa!

Cristina Sánchez Aguilar
Un joven sacerdote de Valdemoro, voluntario misionero en Nicaragua

Mario y Carlo, -un chileno-peruano y un peruano, respectivamente- llegaron el 7 de agosto a Madrid. Es la primera vez que pisan suelo europeo, y cada vez que les preguntan ¿Qué tal os está acogiendo España?, Mario rompe a llorar. No ha sido fácil llegar hasta aquí, aunque, «nos hemos encontrado muchos ángeles por el camino», dice Mario. Gracias al Fondo de Solidaridad de la JMJ y a algunos buenos amigos, han podido cruzar el charco. Estos días están en Barcelona, donde Derecho a vivir los está cuidando como a su propia familia. Y de allí, a Solsona, a los Días en las Diócesis.

Grupo de iraquíes, en el aeropuerto de Madrid.

Mario y Carlo, en Perú, trabajan en una ONG, Misioneros por la Vida, cuyo objetivo es defender la vida desde el inicio hasta el fin, en medio de la miseria. Después de la JMJ -dicen-, «tendremos fuerza para seguir con nuestro trabajo y contar a todos que ser Iglesia es ser una gran familia».

Oración por Irak

En la ciudad iraquí de Kirkuk, el pasado 2 de agosto, un coche bomba explotó en el exterior de la iglesia siro-católica de la Sagrada Familia. Por ellos, y por todos los iraquíes perseguidos, un grupo de 14 seminaristas y 2 obispos, están ya en España, para contar al mundo cómo viven estos mártires de la fe. Y han podido hacerlo gracias al Fondo de Solidaridad de la JMJ, Ayuda a la Iglesia Necesitada y donativos de particulares. Llegaron a Barajas el domingo, agradecidos e ilusionados, y hasta allí allí fue a recogerlos una familia de Córdoba, ciudad en la que participan, desde hoy, en los Días en las Diócesis.

Mario en Perú, atendiendo a una anciana.

Además del fondo solidario de la JMJ, por toda España se han formado todo tipo de mini fondos de solidaridad que han permitido que grupos de peregrinos de países desfavorecidos puedan venir a Madrid. Es el caso de una decena de jóvenes nicaragüenses. Llegaron, el pasado domingo, a Valdemoro, gracias a un un grupo de jóvenes madrileños, que pasan con ellos los veranos trabajando como voluntarios en Nicaragua. Ahora ellos han querido devolver a sus amigos la hospitalidad, y darles la oportunidad de vivir esta gran fiesta de la fe y, luego, testimoniarlo.

Una acogida digital… y mucho más

La parroquia de Sonseca (Toledo) es una de las miles de parroquias españolas que, en estos días, están recibiendo y acogiendo a los peregrinos de todo el mundo. Y lo están haciendo, no sólo desde la oración, sino también desde las redes sociales. Llevan meses en comunicación con los jóvenes de Brasil, Venezuela y Australia, que en los días previos a la JMJ van a hacer de este pueblo toledano un foro católico internacional. Gracias a Internet, cada peregrino ya está en contacto con la familia que le va a acoger, y ayer mismo se organizó un twitcam para tener un contacto virtual previo al viaje.

Y, si la red acerca, la oración une más. Un grupo de jóvenes ha organizado todas las actividades de acogida, que incluye peregrinaciones, visitas culturales y mucha, mucha oración. De hecho, llevan todo este tiempo con una campaña de oración muy fuerte, tanto aquí como allí. Mientras, en la parroquia ya han colgado las banderas de los países de procedencia de los peregrinos, para que todos ellos se sientan en Sonseca como en casa.