Ya ha empezado el camino

Llevar la mochila siempre al hombro; dormir en el suelo o, gracias a la generosidad ajena, en una cama prestada; soportar el calor y el cansancio. Pero, sobre todo, «ponerse en camino al encuentro del Señor», en palabras de don Enrique Martínez, Delegado de Juventud de la diócesis de Astorga. El parecido de los jóvenes que acuden a la JMJ con los peregrinos de todos los tiempos no es casual; de hecho, se les ha dado el mismo nombre. Este carácter de peregrinación quedó impreso en las Jornadas cuando la de Santiago de Compostela contribuyó a definir el funcionamiento de las JMJ. En 1996, al celebrarse un Seminario de Estudio sobre las JMJ con motivo del décimo aniversario de éstas, Juan Pablo II escribió que todas las Jornadas «aparecen como una continua y apremiante invitación a fundamentar la vida y la fe sobre la roca que es Cristo. Por este motivo, los jóvenes son invitados periódicamente a hacerse peregrinos por los caminos del mundo. (…) Esta peregrinación del pueblo joven construye puentes de fraternidad y de esperanza entre los continentes, los pueblos y las culturas. Es un camino siempre en movimiento. Como la vida. Como la juventud».

Igual que en una peregrinación es tan importante el camino como la meta, para las JMJ, los Días en las Diócesis (DED) son una preparación espiritual fundamental. Y muchos grupos de los que acuden a la JMJ en autobús -sobre todo los del mismo continente- prolongan esta preparación visitando, en el trayecto, lugares estratégicos: santuarios, monasterios, etc. Por tanto, muchos de los peregrinos que están llegando hoy llevan ya varios días en marcha.

Jornada jacobea

Ya en las diócesis, los programas de varias incluyen peregrinaciones a lugares significativos para la Iglesia local o universal. En ocasiones, también a pie. Cita obligada es el Camino de Santiago. Ya antes de los DED, «algunos grupos han hecho varias etapas del Camino», explica don Javier Porro, Delegado de Juventud de la archidiócesis. Otros visitarán Compostela, a la vuelta, y bastantes grupos interesados han renunciado a ello por la distancia a Madrid.

Pero, más allá de estas actividades de grupo, la propia Iglesia compostelana ha organizado, durante los DED, una especie de Jornada jacobea, mediante la cual «intentaremos transmitir la vida del Apóstol y el sentido de la peregrinación»: los peregrinos serán acogidos en el Monte del Gozo, donde se celebrará un festival internacional, y caminarán esa última etapa hasta la catedral compostelana, donde durante varios días se celebrarán Eucaristías internacionales.

La sombra de Compostela es alargada, y diócesis como Lugo, Tui-Vigo, León, Palencia y Astorga han decidido incluir el Camino en sus propuestas pastorales para los DED. En esta última, por ejemplo, este sábado, 300 peregrinos irán desde El Ganso hasta la Cruz de Ferro; y otros 500, desde Ponferrada hasta Villafranca del Bierzo. «Le hemos dado importancia -explica don Enrique-, en parte, porque era una demanda de los peregrinos», ya vinieran de Brasil, Nueva Zelanda o Ghana. Su objetivo es que estos jóvenes «tengan la experiencia global de la peregrinación: lo que supone ponerse en camino, el sacrificio, y también el gozo de la llegada. Habrá una bendición al comenzar, y una parada a mitad de camino para una pequeña catequesis». También podrán experimentar la gran capacidad de acogida de la gente del Camino, «muy sensibilizada con esta cuestión».

Con María, a la JMJ

Otros muchos peregrinos irán a la casa de la Madre de Dios, tanto en los pequeños santuarios y ermitas de esta tierra de María, como en los más conocidos, como Estíbaliz, en Vitoria, o Covadonga, en Asturias. El Rocío, en Huelva, acogerá a gran número de peregrinos, que serán enviados desde allí a Madrid.

En esta lista de santuarios marianos, ocupan un lugar de honor, a pesar de estar fuera de nuestras fronteras, dos mundialmente conocidos. Fátima y Lourdes recibirán, respectivamente, a los jóvenes que pasen los DED en Coria-Cáceres y en la diócesis fronteriza de Bayona (Francia), que también es diócesis de acogida.

«Una delegación de Filipinas vino a visitarnos hace dos años y nos lo pidió -recuerda don Fernando Alcázar, Subdelegado de Juventud de Coria-Cáceres-. Nos dijeron que sería muy bonito, pues era su única oportunidad de ir». Incluirlo en el programa implicaba varias complicaciones: un seguro más caro, otro visado, asumir entre todos el coste de los autobuses, y el cansancio extra de hacer ocho horas de viaje en un día. Sin embargo, cuando se anunció como actividad opcional, la eligió la totalidad de los 1.500 peregrinos internacionales, y más de 300 jóvenes y fieles locales. Y, una vez más, «bastantes grupos han venido aquí por eso. La Virgen de Fátima mueve los corazones. Por eso tenemos que ir: es la mejor forma de empezar la JMJ».

Esta jornada tan especial será, providencialmente, un sábado y día 13 -el día en el que se produjeron casi todas las apariciones-, y concluirá con una celebración de la penitencia: «El mensaje de Fátima es la reconciliación, cambiar el corazón. La Virgen pidió a los pastores que rezaran e hicieran penitencia por los pecadores. Y, a los pies de la Madre, el hijo se da más cuenta de sus pecados».

También el mensaje de Lourdes, afirma el padre Dominique Nalis, Subdelegado de Juventud de Bayona, «está relacionado con la conversión», y es «importante para los cristianos en 2011». Por eso llevarán allí, mañana, a 1.500 jóvenes, diocesanos y extranjeros. Además, por su experiencia, a los jóvenes les interesa «la vida de santa Bernardita, con todo lo que pasó cuando era joven».

Asimismo, en relación a la importancia del ejemplo de otros jóvenes capaces de dejarlo todo por el Señor, ha sido grande el interés que grupos de todo el mundo han sentido por peregrinar al lugar donde nacieron dos de los Patronos de la JMJ, san Ignacio de Loyola y san Francisco Javier. San Sebastián y Pamplona y Tudela han organizado sendas peregrinaciones, y son dos de las diócesis que, en los DED, acogen a más peregrinos.