Cardenal Blázquez: «Nos preocupa» el separatismo - Alfa y Omega

Cardenal Blázquez: «Nos preocupa» el separatismo

María Martínez López

«Nos preocupa grandemente la grave situación creada por quienes, al margen y en contra de la ley, pretenden romper la unidad de España». Así se pronunció el lunes el cardenal Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española. En su discurso de apertura de la CVI Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, el también arzobispo de Valladolid afirmó que «poner en cuestión de manera unilateral» el marco constitucional salido de la transición, que se ganó «incluso con la admiración de muchos no españoles», «introduce inseguridad, inquietud, incertidumbre, riesgo de caos, división de la sociedad. ¿Cómo ha sido posible que unas actitudes y unos hechos nos hayan llevado a pretender cambiar el sentido de nuestra historia secular?».

Regeneración ética

Ante «esta complicada situación», continuó, «pedimos a Dios que otorgue a los gobernantes la luz, la serenidad y la fortaleza necesarias para acertar; y para todos pedimos la regeneración ética y la imprescindible confianza en las instituciones que nos hemos dado para garantizar la justicia, el progreso, el orden y la paz».

Garantía de la democracia

El presidente de la CEE también mostró su sorpresa por que «surjan voces excluyentes del hecho religioso, especialmente de la fe católica en la vida pública y social». Estas pretensiones, «además de separarse del espíritu y letra de nuestro marco constitucional» aconfesional, «manifiestan una clara tendencia al laicismo». Citando la instrucción pastoral Orientaciones morales ante la situación actual de España, el cardenal respondió que «el pleno respeto a la libertad religiosa de todos es garantía de verdadera democracia y estímulo para el crecimiento espiritual de las personas y el progreso cultural de toda la sociedad».

Obispos al frente de la conversión

Durante la Asamblea General, que concluye este viernes, los obispos están estudiando el borrador del documento Jesucristo, salvador del hombre y esperanza del mundo y el Plan Pastoral de la CEE para el período 2016-2020. «Los obispos –afirmó su presidente– queremos ponernos al frente de un movimiento de conversión misionera de nuestras Iglesias, reavivar el ardor evangelizador de nuestras comunidades y salir al encuentro de los que buscan en la oscuridad la felicidad y la salvación. Queremos ser Iglesias abiertas y acogedoras. Nos sentimos obligados a ofrecer a todos este bien inmenso que es el conocimiento de Jesucristo».

Acoger a los heridos

En la agenda de la Plenaria también está cómo aplicar la reforma de los procesos de nulidad matrimonial, que da mayor protagonismo a los obispos en cada diócesis.

Durante su discurso, el presidente de la CEE informó también sobre el desarrollo del Sínodo sobre la Familia. Ante las situaciones familiares que se alejan de la propuesta cristiana –afirmó–, «se debe en la medida de lo posible iniciar un diálogo y un acompañamiento». «La comunidad cristiana debe mostrarse disponible a acoger a las personas que llegan heridas por la vida». El fruto «no se puede decidir de antemano». «Poner como signo del éxito de ese acompañamiento o del mismo Sínodo la admisión a la comunión sacramental de los cristianos divorciados y vueltos a casar es un angostamiento indebido».