Los jóvenes nos necesitan - Alfa y Omega

Los jóvenes nos necesitan

Redacción

Desde hace dos años, la Iglesia de Jesucristo que peregrina en España se prepara intensamente para acoger al Santo Padre, y con él a miles y miles de jóvenes procedentes del mundo entero, para participar en la Jornada Mundial de la Juventud. Que se celebre en Madrid esta JMJ es un gesto muy significativo de Benedicto XVI hacia nuestro país y hacia nuestra Iglesia y, muy particularmente, hacia nuestros jóvenes. En pocos años, el Papa nos visita por tercera vez. Y por segunda vez —la primera fue en 1989 en Santiago de Compostela— tenemos la dicha de acoger la JMJ. ¡Gracias, Santo Padre, por volver a visitarnos, gracias por haber escogido España para esta nueva JMJ!

La JMJ será, sin duda alguna, una nueva ocasión para acercar la Iglesia a los jóvenes y los jóvenes a la Iglesia, pero será, sobre todo, una ocasión providencial para renovar el compromiso de la Iglesia en su labor evangelizadora de los jóvenes. Benedicto XVI viene a Madrid principalmente a eso: a evangelizar a los jóvenes, a pedirles una relación personal con Jesús, pues eso significa tener fe; a estar con Jesús, pues sólo así uno llega a ser él mismo; a construir sus vidas sobre la roca que es Cristo, para poder enfrentarse a los retos propios de la juventud; a abrazar la Cruz, fuente de donde mana la vida eterna. Benedicto XVI vendrá a Madrid a pedirles a los jóvenes que sean testigos de Jesús, particularmente entre los mismos jóvenes, y a ser entre ellos artífices de paz, promotores de justicia, constructores de un mundo más humano.

Ésa es la misión del sucesor de Pedro: confirmar a sus hermanos en la fe, en este caso, a los más jóvenes. Ésta es la misión de la Iglesia: evangelizar a toda criatura, y, en este caso, particularmente a los jóvenes. Y todo ello sin miedo, con pasión, audacia y confianza. Porque los jóvenes no son sólo los que se contentan con caminar por las sendas trilladas del consumismo, el hedonismo, el relativismo, los que se pierden en la mediocridad de una vida aburguesada, o se dejan seducir por un paraíso sin Dios. Son muchos los jóvenes que buscan una vida plena, los que desean ardientemente ir más allá de lo habitual. Son muchos los jóvenes que buscan a Jesús, los que quieren ver a Jesús, los que quieren vivir el Evangelio en sus exigencias más radicales. Los jóvenes nos necesitan. Necesitan que los aceptemos, los amemos, y los escuchemos. Necesitan todo ello y tienen derecho a recibir, de las generaciones que les preceden, el testimonio de vida que les permita arraigarse y edificarse en Cristo, y vivir firmes en la fe.

Los jóvenes nos necesitan y nosotros necesitamos a los jóvenes. Oremos para que la JMJ sea un momento de gracia no sólo para los jóvenes, sino también para todo el pueblo de Dios en España, y, de este modo, la JMJ sea una verdadera fiesta de la fe.