Vestir al desnudo - Alfa y Omega

Vestir al desnudo

Si «el nombre de Dios es Misericordia», como dice el Papa, sus apellidos bien pueden ser los 14 modos que desde hace siglos propone la Iglesia para vivir y practicar el amor de Dios: las obras de misericordia. Estos son testimonios reales de cómo se puede vivir el Año de la Misericordia

José Antonio Méndez
Foto: Arrropa/Cáritas Burgos

A quienes viven en la calle o están atravesando graves dificultades económicas, las ofertas del Black Friday y de las rebajas navideñas les suenan a ecos imposibles. Sin embargo, a esas personas «también les gusta elegir un tipo de ropa concreto, probársela y ver si les sienta bien. Es algo tan elemental como vestir conforme a la edad y al gusto de cada uno». Así lo explica Raquel Saiz, responsable del proyecto Arrropa de Cáritas Burgos, una empresa de inserción laboral que ha dado una vuelta de tuerca al tradicional ropero de parroquia. «En Arrropa recogemos ropa de segunda mano que la gente deja en contendores especiales situados en la calle, la tratamos, la etiquetamos y la ponemos a la venta a precios que van desde los 50 céntimos hasta los ocho euros. Así, quien tiene necesidad viene a una tienda, elige su ropa como cualquier otra persona y no tiene la sensación de estar viviendo solo de la caridad, porque aporta una pequeña cantidad que en ocasiones es para ellos un esfuerzo». Este modo de trabajar ha permitido que se creen varios puestos de trabajo para personas con dificultades de inserción en el mercado laboral, derivadas de la bolsa de trabajo de Cáritas Burgos. «Aquí no solo vestimos al desnudo, sino que revestimos a la persona con el valor humano que tiene como criatura de Dios».