Dar de comer al hambriento - Alfa y Omega

Dar de comer al hambriento

Si «el nombre de Dios es Misericordia», como dice el Papa, sus apellidos bien pueden ser los 14 modos que desde hace siglos propone la Iglesia para vivir y practicar el amor de Dios: las obras de misericordia. Estos son testimonios reales de cómo se puede vivir el Año de la Misericordia

José Antonio Méndez
Foto: Comedor Siervas de Jesús
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El comedor que las Siervas de Jesús tienen en el barrio de Vallecas (Madrid) sirve 500 comidas al día, más las que reparte en tuppers a familias que, con toda lógica, prefieren dar de comer a sus hijos en casa. Y aunque el menú cambia, el cariño de las monjas y de los voluntarios es aquí el pan nuestro de cada día. Aquí se da de comer al hambriento. Sor Encarnación, responsable del comedor, explica que «en el comedor se ven todos los tipos de miseria que hacen sufrir a las personas. Esas miserias las metemos en el corazón de Jesús, que siempre mira por los pobres. En su vida pública, Jesús no dejó de dar de comer a los hambrientos, y hoy lo sigue haciendo y pidiéndonos que lo hagamos en su Nombre». Por lo que ve cada día, sabe que «hay mucha gente que pasa hambre en España, familias enteras, aunque no lo digan por vergüenza. Y los católicos no podemos vivir como si no lo supiésemos». «El Año de la Misericordia es un buen momento para que quien pueda ayude en un comedor, o dando comida. Así daremos de comer al hambriento en nombre de Dios, y daremos de comer a Cristo, que dijo que cuando ayudábamos al necesitado, con Él lo hacemos», concluye.