La Iglesia en Francia propone nueve meses de oración y ayuno por el país

Del 15 de noviembre de 2014 al 15 de agosto, todos los católicos de Francia están llamados a participar en una cadena de oración por su país. Durante nueve meses, las personas, asociaciones, parroquias, diócesis, comunidades y movimientos están llamados a rezar cada día y a ayunar el primer viernes de cada mes por Francia y por cada uno de sus hijos. El cardenal Philippe Barbarin, arzobispo de Lyon, es uno de los patrocinadores de esta iniciativa en la que se han implicado varios laicos de diversos orígenes: empleados o jefes de empresas, amas de casa, estudiantes, profesores… Hasta el momento, son casi 6.000 las personas inscritas.

Los promotores de la iniciativa señalan que «en este tiempo marcado por la crisis o la desesperanza, la oración no deja de tener relación con las cuestiones sociales y políticas. Al contrario, es el principio de la esperanza, de un nacimiento o de un renacimiento, de una renovación, de nuestra conversión personal y de decisiones valientes que hay que tomar». Como dicen en otro lugar, se trata de «orar para crecer, crecer para fortalecerse, fortalecerse para encontrar la esperanza».

En Polonia, de nueve años

La novena -recuerdan los organizadores- «es una práctica muy antigua en la Iglesia, y el modelo es el tiempo entre la Ascensión y Pentecostés vivido en oración por los apóstoles y la Virgen María». En su primera meditación para la novena, el cardenal Barbarin recuerda otras novenas incluso más prolongadas en el tiempo: «Polonia vivió una durante nueve años, hasta 1966, para preparar el milenario de su bautismo. En 1970, el cardenal Wojtyla lanzó otra en la diócesis de Cracovia, por el noveno centenario del martirio de su obispo, san Estanislao. Ya como Papa, viajó a Polonia para clausurarla él mismo en 1979».

Para la oración por Francia, recomiendan el rezo del rosario o de un misterio del rosario, y terminar con la oración a la Virgen compuesta con motivo de la novena. Además, se insiste en la importancia de practicar el ayuno el primer viernes de mes, y en que cada participante de la novena la difunda en su entorno. También se les invita a nutrirse espiritualmente con los textos marianos y las meditaciones que se irán publicando en la página web, compartir en las redes sociales el logo de la novena, y a «ser amable contigo mismo: un olvido o una pequeña transgresión no son importantes», pues la clave es perseverar e ir progresando.

Durante la novena, habrá varios momentos fuertes, como las fiestas de la Inmaculada Concepción, Navidad, Pascua, Ascensión, Pentecostés y la Asunción, que será cuando esta iniciativa concluya. Se han establecido además distintas etapas de la novena por los santuarios y lugares de peregrinación de Francia, y se invita a las parroquias a ir organizando vigilias.