Una vaca y una cabra en la Iglesia... así celebran la Navidad en Malawi - Alfa y Omega

En los años que llevo viviendo en Malawi he escuchado muchas cosas, pero nada me ha divertido más que saber cómo celebran los niños y jóvenes la Navidad. El día 25 por la tarde hay que pasear llevando una botella de Fanta en una mano y en la otra un paquete de patatas fritas o similar. Así demuestran que están de fiesta, que algo es diferente en sus vidas. Alguien me decía el otro día que en su aldea también suelen salir con un hueso de pollo, el más grande si es posible, para enseñar a todo el mundo que ese día, al menos, hubo pollo en la comida.

A pocos días de la Navidad, Malawi sigue inmerso en cortes constantes de electricidad que nos dejan sin luz por lo menos doce horas o más al día. Dicen que existe un problema de agua en el río Shire y que por esa razón no se produce la energía necesaria, pero llevamos meses con este problema y cada vez es peor. Sea lo que sea, a todos nos afectan estos cortes, pero los que más sufren son, sin duda, los que están internos en los hospitales.

Si a la falta de electricidad unimos la escasez de alimentos, de lluvia… tenemos una prenavidad un tanto difícil. Conociendo al malawiano todo esto no va a empañar las fiestas, porque saben poner buena cara al mal tiempo. Y estoy convencida de que todas las celebraciones de estos días estarán llenas de cantos, alegría y danza, de colorido y movimiento. Harán nacimientos vivientes y meterán, como ocurrió en mi parroquia de Lilongwe, a la vaca y a la cabra dentro de la iglesia para que, junto a José, María y el Niño, los malawianos puedan contemplar lo que pasó hace más de 2.000 años. Estoy segura de que por unas horas disfrutarán como nunca de la alegría de la Navidad aunque sea a la sombra de una vela porque, a fin de cuentas, eso es lo de menos.