Los siete pecados capitales de imperio alemán en la Primera Guerra Mundial - Alfa y Omega

Los siete pecados capitales de imperio alemán en la Primera Guerra Mundial

Jaime Noguera Tejedor

He releído un libro de Sebastián Haffner, Los siete pecados capitales de imperio alemán en la Primera Guerra Mundial (ed. Destino), y me he reencontrado con la fuerza del sentido común. Es un ensayo narrado como un artículo que describe las situaciones, narra las emociones y comenta los acaecimientos. La opinión siempre se sustenta sobre el dato; la emoción desborda la verdad inherente a las personas; el respeto preside las opiniones. Aquello fue horrible, y no sé si hemos aprendido gran cosa.

La insatisfacción, que es ese mirar por el rabillo del ojo para buscar lo que no se desea, del Estado. El militarismo. La prepotencia moral, que es ese creerse demasiado buenos para el mundo que nos toca. La pérdida del sentido de la realidad y el establecimiento de relaciones equivocadas con el entorno, por no saber quién es quién. La cobardía frente al ejercicio de la razón. Igual entonces que en el mundo actual.

Mirar cien años atrás nos ayuda a hacer un análisis profundo, meditado y honrado, de los que salen de las entrañas tanto como de las ideas, acerca de los porqués de los errores que se cometieron cuando se desenfoca la realidad para modelar los fantasmas interiores. ¡Los alemanes hicieron a Lenin y financiaron la causa bolchevique! Miren ustedes lo que nuestros poderosos actuales están haciendo con algunos partidos emergentes. La soberbia del necio se dispara cuando la multitud se ciega y come del pesebre. Lo demás es retórica de baratillo.

Una buena reflexión acerca de la Primera Guerra Mundial constituye un fabuloso punto de partida para analizar también, con criterio, el comportamiento actual de Occidente en Irak, Irán y en Siria. El hombre al cabo es hombre y se repite.

Es un aniversario para rezar y aprender. Sobre todo, para rezar.