Gentes: Miriam Al Adib, ginecóloga (en miriamginecologia.com) - Alfa y Omega

Nos hemos tragado el cuento de que la liberación de la mujer consiste tan sólo en hacer las cosas que antes estaban reservadas para los hombres, incluso negándonos a nosotras mismas nuestra propia naturaleza femenina. Los anuncios nos venden un prototipo de mujer sumamente delgada, de facciones aniñadas y, sobre todo, sumisa, una especie de pastelito rosa para que los hombres piquen. Se lo dejamos bien clarito a las niñas desde pequeñas: tienes que ser bella, dulce y sumisa, y parece que lo importante es la aprobación de los hombres. Detrás de toda esa apariencia, que tienen algunas, de mujer fatal hay mucha vulnerabilidad.