El Santo Cáliz de la Última Cena cumple 100 años expuesto al público en Valencia - Alfa y Omega

El Santo Cáliz de la Última Cena cumple 100 años expuesto al público en Valencia

El 6 de enero de 1916 el Santo Cáliz de la Última Cena fue trasladado desde el relicario de la catedral hasta el Aula Capitular, donde está expuesto al público

AVAN
El Santo Cáliz y su capilla, en la actualidad. Foto: Alberto Sáiz/AVAN

El Santo Cáliz que se venera en la catedral de Valencia desde el siglo XV, cumple este miércoles 6 de enero cien años expuesto al público. Fue el 6 de enero pero de 1916 cuando fue trasladado desde el relicario de la catedral, donde permanecía custodiado desde el año 1437, hasta la antigua Aula Capitular de la Seo, hoy capilla del Santo Cáliz, donde quedó expuesto al público.

Santo Cáliz de la Última Cena en 1914. El pedestal con las figuras de cuatro ángeles alados sobre el que se sostiene fue destruido el 21 de julio de 1936

El Santo Cáliz, con su copa palestina de ágata en la parte superior, data del siglo I antes de Cristo y, «según la tradición y una cada vez más arraigada base histórica», fue la utilizada por Jesucristo en la Última Cena, según han indicado a la agencia AVAN fuentes del Cabildo de la catedral.

Imagen del Aula Capitular antigua, a principios del siglo XX, antes del traslado del Santo Cáliz. Lámina incluida en la obra de Sanchis Sivera sobre el Santo Cáliz, de 1914. Foto: Alberto Sáiz

«Grandiosa solemnidad» en el traslado, que fue «felicísima idea»

El Boletín Oficial del Arzobispado de entonces describió el traslado del Santo Cáliz como de «grandiosa solemnidad», y relató cómo fue sacado del relicario aquel 6 de enero de 1916 y conducido hasta el altar mayor de la Seo, por la mañana, y cómo, por la tarde, fue llevado «en andas de plata» y «en solemne procesión claustral» al Aula Capitular, donde el coro catedralicio entonó el motete «Calix benedictionis» y el arzobispo de Valencia, cuando monseñor Menéndez Conde, colocó el Cáliz en el templete del nuevo altar.

Los periódicos de la época también describieron en sus crónicas el traslado. La Voz de Valencia destacó la labor del deán Navarro Darás y calificó la jornada como «día de gloria y valencianismo», mientras que Las Provincias subrayó la «idea felicísima» del canónigo Sanchis Sivera de trasladar la reliquia y el Diario de Valencia hacía un «llamamiento a la hidalguía y generosidad de la católica Valencia» para promocionar el culto de la reliquia.

El Santo Cáliz y su capilla, en la actualidad. Foto: Alberto Sáiz/AVAN

Desde Jerusalén a Valencia

Según la tradición, la copa que utilizó Jesucristo en la Última Cena fue llevada de Jerusalén a Roma por San Pedro y utilizada desde entonces por él y los sucesivos papas de la Iglesia en Roma en las celebraciones eucarísticas hasta el año 258 cuando el papa Sixto II, encargó a su diácono, San Lorenzo que sacara aquel sagrado cáliz de Roma para protegerlo de la persecución del emperador Valeriano. San Lorenzo envió la reliquia a España, donde vivían sus padres. Tras pasar por distintos monasterios de Huesca y Zaragoza, en el año 1424, el rey Alfonso el Magnánimo decidió trasladar el Santo Cáliz a Valencia, donde estuvo primeramente en el desaparecido Palacio Real y, desde 1437, en la Catedral.