La patrona de Alcobendas se queda en Kleyaa - Alfa y Omega

La patrona de Alcobendas se queda en Kleyaa

Alicia Gómez-Monedero

«La imagen de Nuestra Señora de la Paz nos hacía sentirnos un poco más en casa». Habla el teniente coronel José María Martínez, jefe del Batallón de Infantería de Carros de Combate LEÓN III/61, integrado en la Fuerza Interina de Naciones Unidas para el Líbano. Después de seis meses en misión de paz en el país, el coronel cuenta, ya desde la base de El Goloso en Madrid, como una parte de ellos quedó allí junto a la imagen de la Virgen de la Paz.

Desde hace más de diez años el batallón está hermanado con la Hermandad de Nuestra Señora de la Paz de Alcobendas. En mayo de 2015, los militares salieron hacia la ciudad de Kleyaa en el Líbano llevándose una copia de la imagen de la patrona de Alcobendas que la Hermandad les había regalado años antes. Al llegar al Líbano, la Virgen ocupó un lugar privilegiado en la capilla de la sede del batallón.

«Sé que Nuestra Señora se merece un sitio más majestuoso, pero os aseguro que la sencillez del lugar la compensa el calor de los corazones de sus infantes», escribía Martínez desde el Líbano en una carta remitida a la Hermandad. La talla presidía todas las celebraciones religiosas que tenían lugar en la base y a las que acudían también los ciudadanos de Kleyaa. El 30 de septiembre, durante la Eucaristía por el aniversario del regimiento, «el sacerdote de la parroquia de San Jorge, el padre Mansour, se enamoró de forma inmediata de la imagen de Nuestra Señora de la Paz y pidió que la trasladaran a su parroquia», cuenta el coronel. «No podía decir que no, así que inmediatamente se lo comuniqué a Juan Antonio López, presidente de la Hermandad», explica Martínez.

Amor a primera vista

Juan Antonio sonríe al lado del coronel. «Era una petición que no podíamos dejar de atender», dice el presidente. «Esto ha supuesto el cumplimiento de uno de los fines de la Hermandad: propagar la devoción a la Señora de la Paz. Además, dejamos un rayo de esperanza en un país que ha estado muy castigado por la guerra y que aún sufre sus consecuencias», cuenta Juan Antonio.

El 1 de noviembre de 2015, se realizó una emotiva celebración en la que participaron niños, adultos y religiosos de la parroquia. Escoltada por los cascos azules españoles, la Virgen de la Paz quedó instalada a un lado del altar, a la vista de todos, donde todavía hoy «se acerca la gente a rezar, según me cuentan por las redes sociales», dice el militar.

Fiestas de la Paz

A pocos días de celebrar la fiesta de la patrona de Alcobendas, el coronel Martínez dice que este año tiene un tinte especial ya que «dejar en Kleyaa la imagen ha sido para los habitantes de allí una forma de estar unidos con nosotros, de que no los abandonamos ni nos olvidamos de ellos, ni ellos de nosotros».

Alcobendas ha comenzado ya a preparase para los festejos. Hasta mañana se celebra la novena de la Virgen. El sábado 23, víspera de la fiesta, a las 18 horas tendrá lugar la ofrenda floral en honor de la patrona. A las 22 horas, se celebrará la solemne vigilia eucarística organizada por las secciones de Adoradores Nocturnos de Alcobendas.

Ya el domingo 24, festividad litúrgica de la Virgen de la Paz, se celebrará la Misa Mayor de la Paz a las 12:30 horas, presidida por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro. A las 18:30 horas, la Virgen de la Paz saldrá en procesión desde la iglesia de San Pedro para recorrer las calles de la localidad. Antes de iniciarse la procesión y con el silencio de todos, la corneta dará el toque de oración para rogar por la paz.