Vida religiosa: lo importante no son los números - Alfa y Omega

Vida religiosa: lo importante no son los números

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Foto: Nieves Sanz

La falta de vocaciones y el envejecimiento en algunos monasterios no se soluciona con una «inseminación artificial», trayendo a religiosas de otros países. Con este lenguaje franco y directo aludía el Papa el lunes al escándalo de mercedarias indias supuestamente retenidas en una clausura de Santiago. Hay que precisar que, en este caso concreto, la información se ha tergiversado. Pero que esas monjas no estuvieran secuestradas no significa negar que, en más de una ocasión –en España y en otros países de Europa–, se ha actuado sin la debida cautela. La norma es esperar unos años antes de trasladar a una religiosa a otro país, sobre todo si los contextos socioculturales son distintos, para asegurarse de que su vocación está bien afianzada. Las cosas bien hechas producen buenos frutos, mientras que los atajos terminan generando problemas. Para eso hay que desterrar el miedo a la sequía vocacional. La inmensa mayoría de religiosos en España ha entendido que si algo debe preocuparles no son las cifras, sino vivir con fidelidad su vocación. «Mirar el pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza» es la gran consigna que les ha dejado el Papa en el recién clausurado Año de la Vida Consagrada.