5 de febrero: santa Águeda, virgen y mártir - Alfa y Omega

5 de febrero: santa Águeda, virgen y mártir

José María Ballester Esquivias

De acuerdo con la escasa documentación disponible, se sabe que santa Águeda nació en Palermo o en Catania aunque fue en esta última ciudad donde fue martirizada y en la que se venera su memoria. De familia pudiente, santa Águeda optó desde muy joven consagrarse enteramente a Dios mediante el voto de virginidad y triunfó de todos los intentos de seducirla y de hacerle perder su condición. Especialmente de un hombre poderoso llamado Quintiano que, ante su firme negativa, la denunció.

Al igual que otras mártires —como, por ejemplo, santa Inés— su calvario empezó en una casa de latrocinio a la que fue enviada para poner a prueba su compromiso. Santa Águeda resistió. Llevada ante un juez, se reafirmó en sus principios. Tras un nuevo interrogatorio, al ver que se mantenía en sus trece, el juez ordenó una primera tanda de torturas: fue azotada y posteriormente le fue aplicado fuego a sus heridas.

Santa Águeda seguía resistiendo. Fue entonces cuando la mutilaron los pechos y la enviaron a un calabozo. Allí, sus intensas oraciones fueron correspondidas con una aparición de san Pedro, que la curó. El juez le propuso abjurar el cristianismo. Se negó. La consecuencia no se hizo esperar: los tormentos fueron a más. Esta vez, el suelo de su calabozo fue plagado de cascotes de cristal y de carbones ardientes. Mientras sus verdugos la tendían, se produjo un terremoto que conmovió a Catania. A santa Águeda, antes de perecer, le dio tiempo de mostrar su agradecimiento a Dios. Era el 5 de febrero de 251.