Perdón, Señor - Alfa y Omega

Perdón, Señor

De rodillas, postrados y pidiendo perdón: así ha recibido la Iglesia —obispos, sacerdotes y laicos— la noticia del pecado y del delito de abusos a menores que actualmente está en investigación canónica y civil. «No se hace daño a nadie en ningún lugar sin que este daño sea nuestro», ha afirmado el arzobispo de Granada

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Monseñor Javier Martínez, varios sacerdotes y laicos, durante el acto penitencial

«No se hace daño a nadie en ningún lugar sin que este daño sea nuestro, porque somos un único cuerpo: los males de la Iglesia son los males de cada uno»: con estas palabras, inició la Eucaristía el domingo pasado don Javier Martínez, arzobispo de Granada, junto a un significativo gesto penitencial: monseñor Martínez y varios sacerdotes postrados ante el altar, y con todo el pueblo cristiano de rodillas, para «pedir perdón al Señor por todos los pecados de la Iglesia, por todos los escándalos que puedan o hayan podido producirse entre nosotros y en cualquier lugar del mundo, por nuestros propios pecados», y también para pedirle «que ayude y sostenga a todos aquellos que han sido escandalizados en cualquier momento por la conducta de la Iglesia, y especialmente por la conducta de los pastores».

Hasta el momento, el ministro de Interior, don Jorge Fernández Díaz, ha confirmado la detención de tres sacerdotes y un laico, acusados por los presuntos abusos cometidos contra un menor hace varios años. En entrevista a la agencia SIC, el arzobispo de Granada ha manifestado: «Tengo la conciencia tranquila de haber seguido escrupulosamente y con toda la rapidez posible el procedimiento previsto por la Iglesia». Asimismo, ha declarado que «actué con el protocolo establecido con tanta celeridad que, al día siguiente de entrevistarme con la víctima, saqué mi billete para Roma», y después inició «las medidas cautelares contra las tres personas acusadas directamente de los hechos».

El Papa ha confirmado esta versión a su vuelta de Estrasburgo, en respuesta a los periodistas en el avión: «Leí eso [la carta del denunciante], llamé a la persona y le dije: Tú mañana vas a ver al obispo. Y le escribí al obispo para que comenzara el trabajo, hacer la investigación y seguir adelante. ¿Cómo recibí la noticia? Con gran dolor, gravísimo dolor. Pero la verdad es la verdad, y no debemos esconderla».

El arzobispo de Granada ha advertido también que «la mayoría de sacerdotes están entregados a su pueblo», pero estos hechos constituyen «una herida tremenda en el cuerpo de la Iglesia». De ahí el gesto penitencial en Granada: «Pedimos perdón por las veces que todos nosotros no hemos transparentado suficientemente el amor de Cristo, por todas las veces que cualquiera de nosotros, y especialmente los pastores, podamos haber hecho daño a alguien», afirmó el arzobispo. Por eso, estos hechos suponen «una llamada a la conversión por parte de los sacerdotes a vivir nuestro sacerdocio con mucha más entrega». Y para todos los fieles, «es una llamada a la santidad para que demos un testimonio más transparente».

«No podemos hacer juicios paralelos»

El portavoz de la Conferencia Episcopal Española, don José María Gil Tamayo, ha manifestado, al final de la última Asamblea Plenaria de los obispos españoles, «todo el dolor que este hecho produce en la comunidad cristiana y en toda la sociedad», reiterando «el dolor, el pesar y la repulsa de estos supuestos delitos. Supone una ofensa a las víctimas, a Dios, a toda la Iglesia y a la sociedad», sobre todo porque, «si se confirman», los supuestos delitos habrían sido cometidos «por ministros de Cristo, que tienen un deber especial de ejemplaridad».

Por todo ello, ha querido mostrar su «cercanía y solidaridad a las víctimas, como ha hecho siempre la Iglesia, como ha hecho el Papa Benedicto XVI y como hace el Papa Francisco». Y ha subrayado: «Lo primero son las víctimas. Tolerancia cero. Tenemos una confianza absoluta en la Justicia. Aquí no caben medianías». Al mismo tiempo, don José María Gil Tamayo ha pedido «respeto tanto por las víctimas como por las personas implicadas, cuyo derecho a ser juzgados dentro del Estado de Derecho no puede ser conculcado».

Por tanto, «tenemos que ser pacientes y confiar en la Justicia. No podemos hacer un juicio paralelo. Son los tribunales los que tienen que dilucidar las responsabilidades», declaró el portavoz de la CEE. Asimismo, ha indicado que «el arzobispo de Granada ha hecho saber a los obispos españoles toda la cronología de los hechos», con una «cercanía y dolor que los obispos han hecho suyos».

En relación con los asuntos tratados en la Plenaria, los obispos han aprobado una Nota Pastoral sobre la realidad social de España, en la que envían un mensaje de aliento a todas las personas que sufren inquietud e incluso desesperanza. Asimismo, los obispos han incrementado, un año más, la cantidad destinada a Cáritas, que ascenderá a 6.200.000 euros. Por otro lado, a partir de ahora, las tareas de comunicación de la Conferencia Episcopal Española quedará coordinada bajo una única dirección, en la que don José María Gil Tamayo contará con don José Gabriel Vera, tras la marcha de don Isidro Catela, quien ha dirigido la Oficina de Información desde septiembre de 2004, y que comenzará en enero nuevos proyectos profesionales.