Carta a los profesores - Alfa y Omega

Carta a los profesores

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

El arzobispo de Madrid ha escrito una carta a los profesores, con motivo de la XXXI Jornada Diocesana de Enseñanza, que tuvo lugar este sábado, organizada por la Delegación episcopal de Enseñanza. Monseñor Osoro subraya que «la tarea educativa que la Iglesia realiza por medio de la escuela y los educadores cristianos no puede quedar al margen de la llamada a practicar la misericordia».

«Ante la emergencia educativa presente en nuestra sociedad», el arzobispo identifica tres actitudes «que la misericordia nos está pidiendo a los educadores». La primera es «saber mirar con el corazón»: lejos de reducir la educación a la transmisión de habilidades o saberes técnicos, «un verdadero educador, como fueron los santos educadores, contempla a Jesucristo, en cuya escuela se descubre a Dios que respeta nuestra lentitud y cree en nosotros». Para ello, hay que «saber mirar al que tengo delante, más allá de las apariencias», hasta alcanzar «el corazón» de los alumnos.

Nadie es irrecuperable

En segundo lugar, «la compasión misericordiosa nace del encuentro con el amor de Dios», de modo que «en el momento en que nos damos cuenta de que el Dios que te ama sin condiciones ama también a los demás con el mismo amor, se te abre un nuevo modo de vivir y ves con otros ojos» a los demás.

Por último, el ejercicio de la misericordia «exige estar disponibles», aunque eso suponga «contrariedades». Siguiendo el ejemplo del Buen Pastor, «se trata de convertirse en padres y madres de espíritu, de engendrar a los educandos otra vez», sobre todo «en los momentos de crisis y de dificultad». Para ello es necesario «diálogo y más diálogo», así como «no enfadarse por las reacciones» de los alumnos, «no ser quisquillosos, no guardársela, saber olvidar los desaires», y ser conscientes siempre de que «nadie es irrecuperable».

La Jornada Diocesana de Enseñanza llevaba este año por lema Llamados a educar en aquellos que más le agrada a Dios: la misericordia. En este sentido, Inmaculada Florido, delegada de Enseñanza, subraya que «el objetivo prioritario de todo educador es experimentar la misericordia para poder luego comunicarla y compartirla con los demás. Se trata de darnos cuenta de la Buena Noticia que es la misericordia».