El voluntariado corporativo: excelente herramienta de sensibilización - Alfa y Omega

El voluntariado corporativo: excelente herramienta de sensibilización

Esta semana se han unido dos grandes eventos: la recogida de más de 20 millones de alimentos en toda España, organizada por la FESBAL (Federación española de Bancos de Alimentos), y el Día internacional del Voluntariado, en el que se recuerda la importancia de la labor de las personas voluntarias. Dos realidades que van intrínsecamente unidas, ya que el Banco de Alimentos funciona, en un 90 por ciento, gracias a los voluntarios. Una de las formas de voluntariado que cada vez tiene más peso en España es el corporativo. Ya hay decenas de empresas cuyos empleados pasan unos días al año organizando cajas de comida en el Banco de Alimentos de Madrid

Cristina Sánchez Aguilar

Los llamados voluntarios corporativos tienen la posibilidad, gracias a su empresa, de coordinar su labor social con su horario laboral. Según María Díaz, jefa de prensa de Citi, una de las empresas colaboradoras, esta iniciativa «ha facilitado el trabajo y la motivación de los empleados, y ha dado resultados realmente favorables». De hecho, «es una excelente herramienta de sensibilización y de transformación social, que nos acerca a la realidad de la comunidad en que vivimos, y que nos ayuda a comprender el valor de nuestro aporte individual. Creo que la gente es solidaria por naturaleza y que si puede ayudar, lo hará sin dudarlo». Así, «ante el día a día, y la dinámica de trabajo y familia que nos absorben», la empresa da la oportunidad a los empleados de encontrar ese momento para canalizar sus ganas de ayudar.

Es el caso de Virginia Griego, encargada del departamento de tarjetas de Citi. En su testimonio, recogido en la revista institucional del Banco de Alimentos de Madrid, Virginia asegura que llegar hasta allí de la mano de su empresa «me ha cambiado la perspectiva de la vida». El motivo de animase a participar, cuando lo propusieron en Citi, fue que «como con la crisis económica hay muchas personas atravesando serias dificultades, era el mejor momento para echar una mano a todas las organizaciones. Porque, ahora más que nunca, necesitan recursos y voluntarios para atender la creciente demanda de ayuda».

Esta propuesta –tener una semana solidaria, o ir dos mañanas al año al Banco…– cada vez se extiende más entre las empresas, porque «no sólo beneficia a las entidades con las que se colabora, sino también a los empleados, y por tanto, a la empresa en su conjunto. La participación en actividades de voluntariado promueve un ambiente laboral positivo, se fomenta la empatía y el respeto a la diversidad, y se potencia la capacidad de trabajo en equipo», sostiene Virginia.

Ella, que sabía de lejos lo que hacía el Banco de Alimentos, reconoce estar «sorprendida por la magnitud de su alcance. No podía imaginar todo el trabajo que hay detrás, los miles de kilos que se distribuyen diariamente, la superficie del almacén, ni la gran cantidad de asociaciones sociales a las que asisten». Algo que sucede «gracias a los donantes, pero especialmente al trabajo desinteresado de los voluntarios que trabajan allí día tras día; algo admirable y digno de elogio».

Sólo queda decir que Virginia, después de hacer el voluntariado con su empresa, es una asidua de la Gran Recogida.