Gracias. Cuento con vosotros - Alfa y Omega

Con estas palabras terminaba la visita a los internos de la prisión de Soto del Real nuestro arzobispo, monseñor Carlos Osoro, el pasado viernes, 11 de marzo. Durante nueve horas celebró el Jubileo de la Misericordia con hombres y mujeres que, por diversas circunstancias, se encuentran privados de lo más importante y grande que tiene la persona: la libertad.

Por la mañana tuvo un sencillo encuentro con ellos en los módulos y en el salón de actos. Un total de 210 personas pudieron escuchar sus palabras reflexionando sobre un Dios que se abaja para lavar los pies, para limpiar la suciedad que hay en nuestra vida. Después dialogó con ellos y confesó a quienes se acercaron. Les decía: «El Dios que se ha revelado en Jesucristo es el Dios que abraza a todos sin distinción, y en todos quiere reflejar su rostro y a todos lava y limpia. Una palabra: perdón. Sois mis amigos, os quiero, porque la justicia de Dios es un abrazo, una fiesta».

Compartió la mesa en el módulo cinco, con los que más cariño necesitan, con aquellos que entran y salen continuamente, con los malos como a veces se les considera, pero los mejores para mí y para Dios. Recibido con besos y abrazos, saludó a todos y les transmitió su cariño y calor humano, a la vez que habló por teléfono con la madre de alguno de ellos. En la fila del comedor, como uno más, cogió su bandeja de metal y se sentó en la mesa, como uno más. En la cara de todos se dibujó una sonrisa.

A la celebración de la Eucaristía acudieron 200 internos. En la homilía, sencilla y cercana, volvió a presentar el rostro misericordioso de Dios. Les dijo: «Cuando alguien grita al Señor, Él lo escucha y lo libra de la tribulación. Hemos pasado por la Puerta Santa con la seguridad de que Dios nos cuida, nos libra de nuestros pecados, nos abraza, nos quiere y nos envía a darlos a conocer con nuestra vida». Y terminó con unas palabras de agradecimiento: «Os agradezco que me hayáis acogido. Gracias por haberme sentado a vuestra mesa. Hoy me he sentido más cerca de vosotros. Cuento con vosotros para que me ayudéis a anunciar a Jesucristo».