Vallecas estrena procesión

El Ensanche de Vallecas se paralizó el Viernes de Dolores. Los vecinos contemplaban por primera vez a los 150 hermanos y otros fieles de la parroquia salir en procesión con su nueva imagen, la Virgen de la Estrella. «La agrupación parroquial se constituyó el año pasado, y aunque ya nos autodenominamos hermandad, todavía estamos en proceso», afirma Francisco Vidal, consiliario de la agrupación y coadjutor de la parroquia –cuyas instalaciones están en un barracón–. Todo comenzó hace un año, cuando los religiosos Discípulos de los Corazones de Jesús y María, que gestionan la parroquia y el colegio Stella Maris, vieron la necesidad de poner «un rostro materno a este barrio de nueva creación. Por otro, quisimos dar relevancia a la Semana Santa en la zona y dar testimonio público de la fe».

Funcionó. En poco tiempo, los vecinos del barrio empezaron a interesarse por la hermandad, y en pocos meses había un centenar personas. «En septiembre bendijimos la talla de la Virgen, que un escultor cordobés ha creado ex profeso para nosotros», explica Vidal. La atracción de los fieles por María no se hizo esperar: «Viene gente a rezar a la imagen, dejan sus peticiones… En la procesión había 54 velas, y cada una era la intención de una familia».

«Mucha gente ha empezado a frecuentar la parroquia gracias a la hermandad», señala el consiliario. Una de estas personas es José Luis Aparicio: «Yo iba a Misa y poco más. Ahora, me he acercado de manera nueva a la fe», reconoce. José Luis, que se estrenó como costalero el viernes, sostiene que «llevar a la Virgen a hombros fue único. Ofrecí mi sufrimiento a María, y me hizo aguantar el peso». Su mujer, Berta Blázquez, es la tesorera de la hermandad. Entraron juntos en la cofradía tras perder a su bebé: «Me hablaron mucho del acompañamiento de la Virgen a su Hijo en el camino al Calvario. Justo al salir del hospital conocí la hermandad, y fue una señal que me iluminó».

El Domingo de Ramos la parroquia estaba a reventar. Vallecas se vuelca con la Madre.