Se necesita un islam europeo - Alfa y Omega

Se necesita un islam europeo

Alrededor de 3.000 jóvenes europeos han viajado a Siria o Irak para enrolarse en el Daesh. Es, en gran parte, resultado del fracaso de nuestras políticas de integración

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Foto: Inés Baucells

El islam ha llegado a Europa para quedarse, tal como ha subrayado el arzobispo de Bruselas. Las nuevas generaciones de musulmanes son europeos de pleno derecho. No sirve ya plantear la cuestión como un simple apéndice de las políticas migratorias. Mucho menos reducirla a un problema de seguridad. La atracción por el yihadismo de los alrededor de 3.000 jóvenes europeos que han viajado a combatir con el Daesh en Siria o en Irak (la cifra podría llegar pronto a los 10.000) es, en gran parte, resultado del fracaso de las políticas de integración. Existe una clara discriminación de tipo socioeconómico hacia estas comunidades hijas de la inmigración, que se traduce en falta de perspectivas de futuro para sus jóvenes y en un creciente sentimiento de frustración. En Alemania o Francia –y desde luego, en Bélgica–, los musulmanes viven con frecuencia en guetos propios, un error que hasta ahora la sociedad española ha sabido evitar. A todo esto se suma la miopía europea hacia la religión. Al minusvalorar su importancia, se ha dejado en manos de grupos y gobiernos fundamentalistas la construcción de mezquitas y la enseñanza del islam, en la que se entremezclan cuestiones de tipo ideológico o cultural ajenas al Corán. Hace falta un islam europeo, con imanes y profesores formados en Europa. En un Estado laico, sería inadmisible que la autoridad política definiera los dogmas religiosos (a diferencia de la práctica en muchos países de mayoría musulmana), pero sí es posible apoyar los esfuerzos que, en este sentido, se realizan dentro de las propias comunidades musulmanas. El recién aprobado currículo para la asignatura de Religión Islámica, elaborado por la Comisión Islámica, al amparo de la LOMCE, presenta una visión de esta religión adaptada a la realidad española y al respeto a los derechos humanos. Se trata de un ejemplo en la buena dirección. Falta ahora que los responsables autonómicos hagan efectivo el derecho de los alumnos musulmanes de cursar la asignatura, un derecho sistemáticamente vulnerado en la práctica.