La Almudena, coronada - Alfa y Omega

La Almudena, coronada

Joaquín Martín Abad
Imagen de la Almudena, sin la corona, a causa de su restauración

El logotipo de la JMJ Madrid 2011 ha tomado como idea, bajo la cruz, la corona de Nuestra Señora La Real de la Almudena, armándola con la letra M de María, y de Madrid, integradas por jóvenes que, asidos de la mano, son su ceñidura. La imagen de la Almudena siempre había llevado corona, como se comprueba por las reproducciones pictóricas antiguas. Canónicamente fue coronada por el obispo diocesano Leopoldo Eijo y Garay en 1948. Entre las distintas coronas de la Virgen de la Almudena y del Niño destacan las de los orfebres Luis Pecul, de 1828, y Juan José García, de 1948, que pueden verse en el Museo de la catedral. Son coronas de metal precioso, sobrepuestas a la imagen, porque la talla del siglo XVI, de madera de pino, no lleva corona tallada en su madera.

Logotipo de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011.

Se pierde en el tiempo el origen de que reyes y reinas se tocaran con corona. A Santa María se le ha llamado en la Iglesia, al menos desde el siglo IV, Reina. Hay que remontarse al Cantar de los Cantares para comprender la aplicación de la corona de reina a la Virgen María, al prender de nuestra Señora este versículo: Ven del Líbano, esposa mía, ven del Líbano y serás coronada. En la liturgia, dentro del rito de coronación de una imagen de la Virgen, el obispo reza: «Tu Hijo, que voluntariamente se rebajó hasta la muerte de cruz, resplandece de gloria eterna y está sentado a tu derecha como rey de reyes y señor de señores; y la Virgen, que quiso llamarse tu esclava, ahora, exaltada sobre los coros de los ángeles, reina gloriosamente con su Hijo, intercediendo por todos los hombres». Y en el año litúrgico, si el último domingo está dedicado a Jesucristo, Rey del universo, a la semana cabal después de la Asunción, el 22 de agosto, celebramos la memoria de María Reina. Porque la realeza de María -conforme a la tradición viva de la Iglesia- está unida a su maternidad virginal. Nació ya Reina e Inmaculada en su Concepción, porque iba a ser y fue la Madre de Dios. Además, por su colaboración con su Hijo en nuestra redención, junto a la Cruz, es Reina de la Iglesia y de la Humanidad, aceptando, en su Asunción en cuerpo y alma, la corona de gloria y el ejercicio pleno de su intercesora misión real.

Jesús no es rey como los de este mundo. María, como Él, reina por ser madre verdadera de Jesucristo y por ser, a la vez, madre espiritual sobre todos nosotros, en aplicación de los frutos de la Redención. Su realeza, pues, está subordinada a la de su Hijo Jesucristo. La realeza de Cristo significa el señorío y la supremacía sobre todos y sobre todo. La realeza de María nos permite llamarla Reina por el reinado que viene de otro mundo sobre éste, el reino de la santidad y la gracia, de la verdad y la vida.

Corona de la Coronación, en 1948.

En la secular recitación del Rosario, el quinto misterio glorioso lo enunciamos: María, Reina y Señora de todo lo creado. Y en las letanías de Nuestra Señora la invocamos como Reina de los Ángeles, de los Patriarcas, de los Profetas, de los Apóstoles, de los Mártires, de los Confesores, de las Vírgenes y de todos los santos, así como Reina concebida sin pecado original, Reina Asunta al cielo, Reina del Santísimo Rosario, Reina de las familias, y Reina de la Paz. En la Salve la aclamamos Reina y madre; y en el himno de la Almudena: Reina del cielo, madre de amor.

A María, Nuestra Señora de la Almudena, podemos y debemos, pues, invocarla como Reina, como lo hacemos en el tiempo pascual: Reina del cielo (Regina coeli), tal como, según explicó Pío XII en su encíclica Ad coeli Reginam, de 1954, ha hecho el pueblo cristiano desde los primeros siglos.

Santa María es reina, también, por el servicio, porque servir es reinar. Participar de su reinado será, también para nosotros: servir, hasta alcanzar con ella, después de haber servido al Señor en nuestros hermanos, la plenitud salvífica, la corona de gloria.

Actos en honor de la Almudena

El lunes 9 de noviembre se celebra la festividad de Santa María la Real de la Almudena, Patrona de Madrid, convocada este año con el lema Ahí tienes a tu Madre. Como preparación a la fiesta, a partir de hoy, los días 5, 6 y 7 de noviembre se celebrará un Triduo en honor a la Patrona en la catedral de la Almudena. La oración dará comienzo a las 18,30 h. con el rezo del Rosario. A las 19 h., celebración de la Eucaristía con rezo de Vísperas, y predicación a cargo de Manuel González López-Corps, canónigo de la catedral. Al finalizar la Misa, tendrá lugar la Ofrenda floral a la Virgen, en su altar, por parte de diferentes Congregaciones; asimismo, en la Plaza de la Almudena, será la Ofrenda, a la que están invitados todos los fieles que deseen ofrecer su flores a la Virgen, los días 6, 7 y 8, de 10 a 20 h., y el día 9, de 9 a 21 h. El sábado día 7, a las 17 h., habrá un Concierto en la Plaza de la Almudena.

El domingo día 8, presidida por el señor cardenal, tendrá lugar la tradicional Vigilia para jóvenes, en la catedral, que dará comienzo a las 20,30 h., con la presencia de la Cruz de la JMJ Madrid 2011. Y el 9 de noviembre se celebrará la Eucaristía solemne, a las 11 h., en la Plaza Mayor de Madrid, presidida por el cardenal arzobispo, don Antonio María Rouco Varela, y en la que el señor alcalde renovará el Voto de la Villa. Seguirá la Procesión con la imagen de la Virgen por las calles del centro de Madrid, hasta la catedral. Este día 9, el horario de misas, en la catedral, será: 9, 10, 17, 18, 19 y 20 h.; y en la cripta: 10, 12, 17:30 y 18:30 h.