No te pierdas Resucitado

¡Por fin una buena película sobre la Resurrección! Estamos ante un significativo avance del llamado cine bíblico, nada desdeñable género de la historia del cine desde sus comienzos, que se enmarca en el cine religioso tanto en su sentido más explícito (cine de temática religiosa), o en su sentido más implícito (cine de temática espiritual). Como dice un obispo amigo mío, gran cinéfilo, el cenit del cine religioso esta más en Ciudadano Kane, que explora la intrínseca insatisfacción humana cuando se alcanza el máximo de poder, de fama y de riqueza, y se añora un amor original, que Los Diez Mandamientos, en los que en algún momento crees ver más que a egipcios y judíos a indios y vaqueros.

En la historia del cine bíblico la figura de Cristo ha sido siempre perseguida, por obvias razones culturales –siendo el relato evangélico el sustento de la civilización occidental–, pero también cinematográficas, porque como dice uno de los memorables títulos de esta historia del cine, se trata de La Historia más grande jamás contada. Además de esta joya del cine épico, de 1965, necesariamente hay que recordar otras seis, la mayoría oscarizadas: La túnica sagrada (1953), Rey de Reyes (1961), El Evangelio según San Mateo (1964), y las dos más famosas y emblemáticas: las dos partes de Jesús de Nazaret (1977), y La Pasión de Cristo (2004). Con esta última, aparte del peculiar enfoque dramático y místico que Mel Gibson le confirió, podemos decir que se produjo un salto cualitativo, al ponerse a la cabeza en la utilización máxima de la maquinaria de Hollywood, por lo que despertó la ira de los grupos de presión laicistas.

Nunca se había abordado hasta ahora en el cine la historia de la Resurrección, excepto de un modo indirecto a través de un montón de intentos fallidos de contar historias de hallazgos que demostrarían la falsedad del relato evangélico y pondrían en jaque el llamado poder del Vaticano. Y aparece Resucitado, justo en la Pascua de este año 2016. Posiblemente no pasará a la historia del cine como algunas de las películas antes mencionadas, pero se trata de una gran película. Precisamente por eso esta recibiendo también la ira (una cosa es la critica cinematográfica y otra la ira ideológica) del lobby mediático anticatólico. Por eso, porque la película es buena, tiene caché, un magnifico ritmo, es entretenida y emociona. Y por otra cosa muy importante, y es que plantea desde un perspectiva nada confesional la verosimilitud de la historicidad de la Resurrección.