«Mi magisterio es lo que digo, no lo que interpreta la prensa» - Alfa y Omega

«Mi magisterio es lo que digo, no lo que interpreta la prensa»

En vísperas de la reunión del Consejo de cardenales que, desde el martes y hasta hoy, se celebra en el Vaticano, el Papa avanzó, en una extensa entrevista al diario argentino La Nación, que la reforma de la Curia no estará lista en 2015, y habla abiertamente de «las resistencias» dentro de la Iglesia a algunas de sus decisiones. Sobre el Sínodo, explica que «no se tocó ningún punto de la doctrina», pero algunos sólo «leen una noticia en un diario», en lugar de acudir a lo que realmente dijo el Papa o aprobaron los obispos

Ricardo Benjumea
Elisabetta Piqué saluda al Papa en su audiencia a los periodistas, tras el cónclave

El Sínodo sobre la familia es el tema estrella de la entrevista al Papa realizada el jueves 4 de diciembre por la corresponsal de La Nación, Elisabetta Piqué, y publicada 3 días más tarde. «Es verdad que hay posturas más para un lado, o más para otro. Pero en un plano de búsqueda de la verdad», afirma el Pontífice, rechazando que existieran dos facciones irreconciliables en el Sínodo. En el aspecto formal, Francisco destaca el impulso a la sinodalidad, ya que ése «es el camino que Dios nos pide». Por ello «el Sínodo requería «dos cualidades claras: coraje para hablar y humildad para escuchar. Y eso se dio muy bien».

En cuanto al contenido, lo que a todos preocupa es que, hoy, «la familia está recontrabaqueteada, los jóvenes no se casan. ¿Qué pasa? Después, cuando vienen a casarse» jóvenes que ya están conviviendo y a menudo tienen una fe muy superficial, «creemos que con tres conferencias los preparamos para el matrimonio. Y eso no basta».

Divorciados y homosexuales

En el Sínodo, «no se tocó ningún punto de la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio», aclara el Papa. Sí se abordaron, en cambio, numerosas problemáticas pastorales. En el caso de «los divorciados y vueltos a casar, nos planteamos: ¿qué hacemos con ellos, qué puerta se les puede abrir?» «No es una solución si les van a dar la Comunión. Eso sólo no es la solución: la solución es la integración. No están excomulgados, es verdad. Pero no pueden ser padrinos de Bautismo, no pueden leer la lectura en la misa, no pueden dar la comunión, no pueden enseñar catequesis, no pueden como siete cosas, tengo la lista ahí. ¡Pará! ¡Si yo cuento esto parecerían excomulgados de facto! Entonces, abrir las puertas un poco más. ¿Por qué no pueden ser padrinos? No, fijate, qué testimonio le van a dar al ahijado. Testimonio de un hombre y una mujer que le digan: Mirá querido, yo me equivoqué, yo patiné en este punto, pero creo que el Señor me quiere, quiero seguir a Dios, el pecado no me venció a mí, sino que yo sigo adelante. ¿Más testimonio cristiano que ése? O si viene uno de estos estafadores políticos que tenemos, corruptos, a hacer de padrino y está bien casado por la Iglesia, usted lo acepta? ¿Y qué testimonio le va a dar al ahijado? ¿Testimonio de corrupción? O sea que tenemos que volver a cambiar un poco las cosas, en las pautas valorativas».

Tampoco habló nadie «de matrimonio homosexual en el Sínodo; no se nos ocurrió. Lo que sí hablamos es sobre una familia que tiene un hijo o una hija homosexual, cómo lo educa, cómo lo lleva, cómo se ayuda a esa familia a llevar adelante esta situación un poco inédita». Ésa «es una realidad que todo el tiempo encontramos en los confesionarios: un padre y una madre que tiene un hijo o hija así. A mí me tocó varias veces en Buenos Aires. Y bueno, hay que ver cómo ayudar a ese padre o a esa madre para que acompañen a ese hijo o hija. Eso es lo que se tocó en el Sínodo. Por eso, alguno habló de elementos positivos en el primer borrador. Pero era un borrador relativo».

Preguntado acerca de quienes creen que, con el Sínodo, se va a derrumbar «la doctrina tradicional», el Papa responde que algunos «no leen las cosas, o leen una noticia en un diario, un artículo, y no leen lo que decidió el Sínodo, lo que se publicó».

La hipótesis Kasper

En cuanto a la intervención del cardenal Kasper en el consistorio de febrero, que ha marcado los debates posteriores, Francisco explica que, de los cinco capítulos de la intervención del purpurado alemán, los primeros cuatro son una joyita, «y el quinto es qué hacemos con este problema de los divorciados vueltos a casar, porque son nuestros fieles. Y él hace hipótesis: él no propone nada propio. ¿Qué sucedió? Algunos teólogos se asustaron frente a esas hipótesis y eso es esconder la cabeza. Kasper lo que hizo fue decir: Busquemos hipótesis, es decir, él abrió el campo. Y algunos se asustaron y se fueron a ese punto: Nunca la Comunión. Sí la espiritual. Y decime: ¿No hace falta estar en gracia de Dios para recibir la comunión espiritual? Por eso la comunión espiritual fue la que menos votos tuvo en la Relatio Synodi, porque no estaban de acuerdo ni unos ni otros. Los que la sostienen, porque era poco, votaron en contra. Y los que no la sostienen y quieren la otra, porque no vale…».

¿Enfrentamientos en la Iglesia?

Elisabetta Piqué plantea abiertamente al Papa «por qué cree que hay sectores que están desorientados, que dicen que la barca está sin timón». El Pontífice responde que, «hasta que no le pregunte al interesado: ¿Usted ha dicho esto?, mantengo la duda fraternal» sobre su veracidad. En todo caso, cree que este tipo de actitudes se deben más bien a que algunos «no leen las cosas. Uno sí me dijo una vez: Sí, claro, esto del discernimiento qué bien que hace, pero necesitamos cosas más claras. Y yo le dije: Mire, yo escribí una encíclica, es verdad, a cuatro manos [buena parte del texto es de Benedicto XVI], y una Exhortación apostólica. Continuamente estoy haciendo declaraciones, dando homilías y eso es magisterio. Eso que está ahí es lo que yo pienso, no lo que los medios dicen que yo pienso. Vaya ahí y lo va a encontrar y está bien claro; “Evangelii gaudium” es muy clara».

Pero que haya debate en la Iglesia no es algo que le preocupe al Papa. «Las resistencias ahora se evidencian, pero para mí es un buen signo, que las ventilen, que no las digan a escondidas cuando uno no está de acuerdo», afirma. «Considero a las resistencias como puntos de vista distintos, no como cosa sucia».

El cardenal Burke, ¿defenestrado?

Habla también el Papa de su supuesto enfrentamiento con el cardenal norteamericano Raymond Leo Burke, hasta hace unas semanas Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, a quien acaba de nombrar Patrono de la Soberana Orden de Malta. «El cardenal Burke —explica— un día me preguntó qué iba a hacer, ya que aún no había sido confirmado en su cargo, en la parte jurídica, y estaba con la fórmula de donec alitur provideatur (hasta que se disponga otra cosa). Y le dije: Déme un poco de tiempo porque se está pensando en una reestructuración jurídica en el G-9, y le expliqué que todavía no había nada hecho y que se estaba pensando. Y después surgió lo de la Orden de Malta y ahí hacía falta un americano vivo, que se pudiera mover en ese ámbito y se me ocurrió él para ese cargo. Y se lo propuse mucho antes del Sínodo. Y le dije: Esto va a ser después del Sínodo, porque quiero que usted participe en el Sínodo como jefe de dicasterio, porque como capellán de Malta no podía. Y bueno, me agradeció mucho, en buenos términos, y lo aceptó, hasta le gustó me parece. Porque él es un hombre de moverse mucho, de viajar y ahí va a tener trabajo. O sea, que no es cierto que lo eché por cómo se había portado en el Sínodo».

La reforma de la Curia

Del cardenal Burke, la entrevista pasa a las reformas en la Curia romana. «El IOR [Instituto para las Obras de Religión] está funcionando fenómeno y se hizo bastante bien eso. Lo de la economía está yendo bien», dice el Papa, a quien lo que verdaderamente preocupa más es «la reforma espiritual», «la reforma del corazón», y por ello, entre otras cosas, ha introducido Ejercicios espirituales para Prefectos y Secretarios en Cuaresma.

Con el cardenal Rayomnd Leo Burke

Ahora bien, «la reforma de la Curia lleva mucho tiempo, es la parte más compleja», y no estará lista en 2015, avanza Francisco. Sobre si, respecto a los organismos vaticanos, va a poner al frente a matrimonios o laicos, el obispo de Roma aclara que, «arriba, en un dicasterio como la Congregación para la Doctrina de la Fe, el de Liturgia, o en el nuevo que juntará a Laicos, Familia y Justicia y Paz, siempre va a estar al frente un cardenal. Conviene que sea así por la misma cercanía con el Papa como colaborador en ese sector. Pero ya los Secretarios de dicasterio no tienen por qué ser obispos».

Sus planes de jubilación

El Papa aborda también en la entrevista cuestiones personales, como sus planes de jubilación al regreso del cónclave de 2013. «Tenía la cabeza enfocada en los confesionarios de las iglesias donde iba a ir a confesar», cuenta. «Incluso estaba el proyecto de pasar dos o tres días en Luján y el resto en Buenos Aires, porque Luján a mí me dice mucho, y las confesiones en Luján son una gracia».

En cuanto a su 78 cumpleaños, el 17 de diciembre, «como cae un día que no tengo misa abajo en la capilla, porque es miércoles y hay Audiencia general, vamos a almorzar juntos todos los empleados de la casa. Para mí, va a ser un día totalmente normal, como todos los demás».

Francisco avanza también que, en 2015, espera «viajar a tres países de América Latina que prefiero no decir aún, no a la Argentina, y también a algunos países de África». Su país natal espera poder visitarlo en 2016, pasadas ya las elecciones de octubre de 2015. Hasta que no se celebren —afirma—, no habrá más fotos con más políticos de su país, a la vista de que «siempre están los que tratan de sacar tajada».