El Papa alerta de la persecución «educada» contra los católicos «encubierta de cultura o progreso»

El Papa ha pedido a los católicos que estén «atentos» no solo a la persecución que se manifiesta en forma de bombas puestas por terroristas sino también a aquella persecución «educada, encubierta de cultura» que se encuentra tras las leyes de algunos países que, a su juicio, pretenden arrinconar la religión o ir contra quienes manifiestan los valores cristianos.

«La persecución, yo diría, es el pan cotidiano de la Iglesia. Jesús lo ha dicho. Nosotros, cuando hacemos un poco de turismo por Roma y vamos al Coliseo, pensamos que los mártires eran aquellos asesinados por los leones. Pero los mártires no fueron solo aquellos. Son hombres y mujeres de todos los días», ha explicado el Santo Padre durante su homilía de este martes en la capilla de la Casa Santa Marta.

Acto seguido, Francisco ha recordado a las víctimas del atentado en Pakistán a finales de marzo, que «fueron martirizados precisamente porque festejaban a Cristo Resucitado».

Persecución disfrazada de cultura

En otro momento de su homilía, el Pontífice ha recordado el martirio de Esteban que desencadenó una cruel persecución anticristiana en Jerusalén, similar a la que hoy sufre quien no es libre de profesar su fe en Jesús.

«Pero hay otra persecución de la que no se habla tanto», una persecución «disfrazada de cultura, disfrazada de modernidad, disfrazada de progreso», ha señalado el Papa. «Es una persecución yo diría, un poco irónicamente, educada. Es cuando se persigue al hombre no por confesar el nombre de Cristo, sino por querer tener y manifestar los valores del Hijo de Dios ¡Es una persecución contra Dios Creador en la persona de sus hijos!», ha explicado.

En este sentido, ha criticado que las naciones que no quieren aprobar estas leyes «modernas y cultas» que «obligan a ir por este camino» son «perseguidas educadamente». «Es la persecución que quita al hombre la libertad, ¡incluso de la objeción de conciencia!», ha exclamado.

«Cuando las potencias quieren imponer actitudes, leyes contra la dignidad del Hijo de Dios, persiguen a estos y van contra Dios Creador. Es la gran apostasía. Así la vida de los cristianos va adelante con estas dos persecuciones», ha concluido Francisco.

Agencias / Redacción