El astronauta americano Mike Hopkins llevó la Eucaristía al espacio - Alfa y Omega

El astronauta americano Mike Hopkins llevó la Eucaristía al espacio

Hopkins explica cómo vivir 24 semanas en el espacio le confirmó en su fe. «Cuando uno ve la Tierra desde ese punto de vista y ve toda la belleza natural que existe, es difícil no darse cuenta de que tiene que haber un poder superior que ha hecho esto»

Redacción
El astronauta Hopkins haciendo una reparación fuera de la nave. Foto: REUTERS

El astronauta americano Mike Hopkins llevó la Eucaristía al espacio para poder comulgar todas las semanas durante los 6 meses que duró su primera misión en el espacio durante el año 2013. Hopkins pidió permiso a la diócesis de Galveston-Houston, en Texas, para poder subir en la nave seis formas consagradas que dividió para poder comulgar.

El astronauta, que se convirtió al catolicismo no solo porque su mujer y sus hijos lo eran sino porque se dio cuenta de que le «faltaba algo» en su vida, explica cómo vivir 24 semanas en el espacio le confirmó en su fe. «Cuando uno ve la Tierra desde ese punto de vista y ve toda la belleza natural que existe, es difícil no darse cuenta de que tiene que haber un poder superior que ha hecho esto», asegura a Catholic News Service.

Precisamente, fue en la cúpula de la Estación Espacial Internacional, un módulo con grandes ventanales desde el que los astronautas pueden tomar fotografías y disfrutar de las vistas de La Tierra y del espacio, donde Hopkins rezaba y tomaba la comunión.

Mike Hopkins dentro de la nave durante la misión espacial. Foto: Efe

En virtud de un acuerdo especial con la Archidiócesis de Galveston-Houston y con la ayuda del sacerdote James H. Kuczynski, pastor de la Iglesia Mery Queen, en Friendswood (Texas), el astronauta pudo subir al espacio seis formas consagradas divididas en cuatro piezas cada una, suficientes para comulgar las 24 semanas a bordo de la ISS.

«Era muy, muy importante para mí», cuenta Hopkins, de 47 años, que creció en una granja en las afueras de Richland, Missouri, en una familia metodista pero que completó el rito de iniciación cristiana para adultos y se convirtió al catolicismo justo antes de subir al espacio.

Hopkings empleaba algunos de sus ratos libres para mantenerse al día con las lecturas del domingo y la homilía semanal de su sacerdote, que recibía vía email a través de la persona de apoyo para su familia, designada por la NASA, que era un miembro de su parroquia.

«Mis compañeros de tripulación sabían que tenía la Eucaristía conmigo», explica Hopkins que asegura que todos respetaban su fe y su deseo de mantenerla viva «incluso en órbita».

Hopkins realizó dos caminatas espaciales para cambiar la bomba de un módulo con su compañero Rick Mastracchio y cuenta que antes de salir de la ISS, también tomó la comunión. «Estas situaciones pueden resultar estresantes. Saber que Jesús estaba conmigo cuando saliera por la puerta hacia el vacío del espacio era importante para mí», afirma.

Europa Press / Redacción