El Papa pide que los bienes de la Iglesia se gestionen «con visión evangélica» - Alfa y Omega

El Papa pide que los bienes de la Iglesia se gestionen «con visión evangélica»

Sencillos, esenciales y «creíbles a los ojos de la gente». Así deben ser los sacerdotes de un clero renovado en una sociedad que vive profundos cambios. Esta renovación, ha dicho el Papa al abrir la 69ª asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Italiana, debe llegar también a la gestión de los bienes de la Iglesia

Redacción
Foto: AFP

El Papa ha pedido a los obispos italianos que mantengan solo aquellas propiedades que puedan «servir para la experiencia de fe y de caridad del pueblo de Dios». Lo ha hecho en su discurso de apertura de los trabajos de la 69° asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), que se prolongarán hasta el jueves.

En sus palabras, Francisco se mostró especialmente contento por el tema escogido: «La renovación del clero». Una cuestión particularmente relevante ya que «muchas tradiciones, costumbres y visiones de la vida» han experimentado profundos cambios, y el sacerdote debe estar preparado para hacer frente a ello. El Papa aconsejó a los obispos que, en vez de «una reflexión sistemática sobre la figura del sacerdote», se acerquen de puntillas a «alguno de los muchos párrocos que se donan en nuestras comunidades. ¿Qué hace gustosa su vida? ¿Por quién y con qué empeña su servicio? ¿Cuál es la razón última de su donarse?».

Él les sugirió tres claves sobre el secreto de un clero renovado: que sean sencillos, esenciales y «creíbles a los ojos de la gente», porque estén cerca de «los humildes, en una caridad pastoral que los vuelve libres y solidarios». Dentro de esta reflexión, ha incluido la petición de que los bienes eclesiales se gestionen con «visión evangélica» y evitando que se vuelvan «pesados en una pastoral de conservación que se vuelve obstáculo a la apertura a la perenne novedad del Espíritu».

No son funcionarios

«Nuestro sacerdote no es un burócrata o un anónimo funcionario de la institución; no está consagrado a un rol de empleado, no está movido por los criterios de la eficiencia», ha explicado el Santo Padre en este esbozo del sacerdocio. Y ha añadido que el presbítero «sabe que el amor es todo» y por ello «no busca seguridades terrenas o títulos honoríficos que llevan a confiar en el hombre; no pide nada para sí en el ministerio que vaya más allá de su real necesidad, ni está preocupado de atar a sí a las personas que le han sido confiadas».

Al contrario, tiene que «tiene que ser un siervo que se ha vuelto rico por frecuentar a los pobres, un hombre de paz y de reconciliación, un signo y un instrumento de la ternura de Dios, atento a difundir el bien con la misma pasión con la cual los otros se ocupan de sus intereses», ha proseguido. Libre de «narcisismos y de celos clericales», debe ejercer el sacerdocio haciendo «crecer la estima, el apoyo, la benevolencia recíproca y la fraternidad concreta».

Agencias / Redacción