Del 22 al 26 de agosto de 2018 y con el lema El Evangelio de la familia, alegría para el mundo - Alfa y Omega

Del 22 al 26 de agosto de 2018 y con el lema El Evangelio de la familia, alegría para el mundo

La Amoris Laetitia será «la carta magna de todo el encuentro, tanto en la preparación como en su celebración», según el presidente del Consejo Pontificio para la Familia, monseñor Vincenzo Paglia

Redacción

El próximo Encuentro Mundial de las Familias se celebrará en Dublín (Irlanda) del 22 al 26 de agosto de 2018 y tendrá por lema El Evangelio de la familia, alegría para el mundo.

Se trata del primer gran encuentro de familias del mundo después de la publicación de la exhortación apostólica post sinodal Amoris Laetitia (La alegría del amor), que habla sobre el amor en la familia y recoge los trabajos de los dos Sínodos de los Obispos sobre la familia.

El presidente del Consejo Pontificio para la Familia, monseñor Vincenzo Paglia aseguró este martes en la Oficina de Prensa del Vaticano que la Amoris Laetitia será «la carta magna de todo el encuentro, tanto en la preparación como en su celebración».

Para monseñor Paglia, el lema del encuentro «es una invitación a elegir el nosotros de la familia para responder a la necesidad del amor que sale de cada hombre y cada mujer». Y añadió que «las familias, particularmente las familias cristianas, son una buena noticia, un Evangelio, para la Iglesia y para el mundo».

Por su parte, el Arzobispo de Dublín, monseñor Diarmuid Martin destacó que «es significativo que el Papa Francisco haya elegido a la familia como tema del primer Sínodo de los Obispos de su Pontificado» y señaló que también san Juan Pablo II la eligió para su primer Sínodo —en 1980— con el tema Misión de la familia en el mundo contemporáneo».

Asimismo, monseñor Martin afirmó que espera que el Encuentro Mundial de las Familias en Dublín sea «una fiesta del testimonio del amor de Dios revelado en Jesucristo» y añadió que «la vocación de las parejas cristianas, sostenidas por el sacramento del Matrimonio, es una llamada a testimoniar tal amor y a experimentar la alegría que nace del compartir el amor de Jesús con cuantos están en dificultad».

Mercedes de la Torre. RV / Redacción