Sínodo: El matrimonio feliz y para siempre es posible - Alfa y Omega

Sínodo: El matrimonio feliz y para siempre es posible

Los padres sinodales ya han comenzado a trabajar en pequeños grupos sobre la base de la Relatio post disceptationem, leída por el Relator General, el cardenal Peter Erdo, subrayando que del Sínodo debería emerger más claramente que «el matrimonio indisoluble, feliz, fiel y para siempre es hermoso y es posible»

Redacción

La Relatio post disceptationem, leída por el Relator General, el cardenal Peter Erdö, con las aportaciones realizadas al Sínodo la semana pasada, es el documento de trabajo sobre el que debaten ahora los miembros del Sínodo reunidos en Círculos menores. Este trabajo de los Círculos menores se presentará a la Asamblea sinodal el próximo jueves 16 de octubre.

En general, la Relatio post disceptationem ha sido apreciada por su capacidad de retratar adecuadamente las intervenciones de estos días en el Aula, captando el espíritu de la Asamblea y destacando la acogida como tema principal de los trabajos, señala la Nota de prensa hecha pública por la Oficina de Prensa del Vaticano. Del documento, se dice, emerge el amor de la Iglesia por la familia fiel a Cristo, pero también su capacidad de estar cerca del ser humano en cada momento de su vida, de comprender que, detrás de los desafíos pastorales, hay muchas personas que sufren. La mirada del Sínodo —se ha reiterado— tendría que ser la del pastor que da la vida por sus ovejas, no la del que las juzga a priori.

Además, dado que la Relación recoge diversos puntos de vista para proporcionar una base de trabajo a los Círculos menores, se han sugerido algunas ideas adicionales. Por ejemplo, teniendo siempre presente que la Iglesia debe acoger a los que atraviesan por dificultades, sería bueno hablar más de las familias que se mantienen fieles a las enseñanzas del Evangelio, animándolas y dándoles las gracias por el testimonio que ofrecen. Del Sínodo debería emerger más claramente que el matrimonio indisoluble, feliz, fiel y para siempre es hermoso, es posible y está presente en la sociedad, evitando así de centrarse principalmente en las situaciones familiares imperfectas.

También se ha hablado de acentuar más el tema de la mujer, de su tutela y su importancia para la transmisión de la vida y de la fe; de integrar alguna reflexión sobre la figura de los abuelos en el hogar; de incluir una referencia más específica a la familia como Iglesia doméstica y a la parroquia como una familia de familias, así como a la Sagrada Familia como modelo de referencia. En este contexto, también se ha tratado de cómo valorar la perspectiva misionera de la familia y de su anuncio del Evangelio en el mundo contemporáneo.

Es necesario profundizar y aclarar la cuestión de la gradualidad, que podría dar origen a una serie de confusiones. Por ejemplo, en cuanto al acceso a los sacramentos para los divorciados que se han vuelto a casar, se ha dicho que es difícil aceptar excepciones sin que, en realidad, se conviertan en una regla común.

Asimismo se hizo notar que la palabra pecado no está casi presente en la Relatio. Y también se recordó el tono profético de las palabras de Jesús, para evitar el riesgo de conformarse a la mentalidad de este mundo.

En relación a los homosexuales se puso de relieve la necesidad de aceptación, pero con la prudencia adecuada, con el fin de no crear la impresión de una evaluación positiva de esa orientación por parte de la Iglesia. La misma atención se solicitó por cuanto respecta a las convivencias.

Igualmente se apuntó a la necesidad de reiterar la importancia del sacramento del Bautismo que es esencial para comprender plenamente la sacramentalidad del matrimonio y también su identidad como ministerio en el anuncio del Evangelio.

En cuanto a la agilización de los procedimientos para las causas de nulidad matrimonial, ha suscitado alguna perplejidad la propuesta de dar más competencias al obispo diocesano, cargando así demasiado peso sobre sus hombros. Se ha solicitado una reflexión más profunda y articulada sobre los casos de poligamia -en especial los de aquellos que se convierten y quieren recibir los sacramentos- y sobre la difusión de la pornografía (de forma particular en la web) como un riesgo real para la unidad familiar. Por último, en relación con la apertura a la vida por parte de las parejas, se hizo hincapié en la necesidad de abordar con más detalle y decisión no sólo el tema del aborto, sino también el de maternidad subrogada.

El Vaticano también ha hecho público que el Sínodo Ordinario de los Obispos sobre la Familia convocado para el año que viene llevará por lema: La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo, y se llevará a cabo en el Vaticano del 4 al 25 de octubre de 2015.