Coleccionando cromos en Misa - Alfa y Omega

Coleccionando cromos en Misa

Redacción
Ilustración: Asun Silva

Desde que se hizo sacerdote, hace 30 años, don Francisco Delgado se ha encontrado en todas las parroquias con el mismo problema: muy pocos niños iban a Misa. Para animarles a ir, empezó dándoles unos libritos hechos con folios en los que poner algunas pegatinas y pintar. La idea funcionó, y ha ido creciendo y creciendo estos años, hasta convertirse en varios álbumes con sus cromos, y no hechos a mano en folios, sino en una imprenta, y que han llegado a varios sitios de toda España, como Cádiz, Sevilla, Ceuta, Valladolid o Toledo (sin contar, claro, Badajoz, donde don Francisco vive).

Con ayuda de otro sacerdote que trabajaba con él, don Francisco diseñó tres álbumes, uno para cada ciclo litúrgico. En ellos vienen los evangelios de cada domingo, además de otras cosas como las partes de la iglesia (con minúscula), las funciones de las distintas personas en la Iglesia (con mayúscula), la Biblia, etc. Los niños compran el álbum al principio de curso por sólo cinco euros, y cada semana don Francisco les regala un cromo: «La idea no es dárselo sólo si vienen a Misa, si alguno me lo pide otro día y no ha venido, se lo doy. Aun así, tengo la iglesia siempre llena de niños. Me interesa más tener la oportunidad de ir hablando con cada uno, que tengan el álbum y que sus padres también lo puedan ver. El otro día, vino una niña muy contenta porque su padre lo había leído y había aprendido cosas que no sabía y nunca se había atrevido a preguntar».

Los dibujos del álbum los hace una chica a la que don Francisco bautizó hace años, y que ahora es diseñadora gráfica. Pero los dibujos pasan una estricta censura: los revisan los niños, los chicos de Confirmación —que también hacen la colección—, y las madres que dan catequesis. Así, no es de extrañar que gusten tanto y que don Francisco nunca se haya encontrado un cromo tirado en la calle.