Podemos estudia a Francisco - Alfa y Omega

Podemos estudia a Francisco

La encíclica Laudato si logra generar amplios consensos frente a «grandes problemas de la humanidad» como la defensa del medio ambiente y la lucha contra la trata de personas, destaca un estrecho colaborador del Papa

Ricardo Benjumea
Manuela Carmena frente a su jefe de Gabinete (Felipe Llamas), monseñor Sánchez Sorondo y Gustavo Vera, el jueves en el Ayuntamiento de Madrid. Foto: Prensa Ayuntamiento de Madrid

El Vaticano ha encontrado en la encíclica Laudato si un cauce privilegiado de diálogo con la izquierda española. El canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales, el argentino Marcelo Sánchez Sorondo, participó el 25 de mayo en un encuentro sobre este documento organizado por Miguel Ángel Moratinos, el diplomático católico a quien José Luis Rodríguez Zapatero puso en 2004 al frente de la diplomacia española. Una mesa redonda reunió a profesores de universidades católicas junto a la exministra de Medio Ambiente Cristina Narbona para debatir sobre medio ambiente y desarrollo sostenible.

A la mañana siguiente el diálogo se trasladó a la órbita de Podemos. El prelado argentino se reunió con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, acompañado de uno de los principales colaboradores del Papa en la lucha contra la trata, el legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Gustavo Vera, presidente de la Fundación Alameda, organización que, desde 2002, ha destapado diversos talleres textiles clandestinos y prostíbulos ilegales en Argentina. La lucha contra las mafias le acercó a monseñor Bergoglio, quien –asegura– le salvó la vida, al ofrecerle el apoyo público de la Iglesia cuando arreciaron los ataques contra las sedes y los miembros de la Alameda.

Gustavo Vera ha participado activamente en la organización de los cuatro encuentros hasta ahora celebrados por el llamado Grupo de Santa Marta (uno de ellos, en Madrid) con responsables de la sociedad civil y líderes religiosos, jefes de Policía y alcaldes de grandes ciudades –entre ellos la propia Carmena–, forjando así las bases de una alianza mundial contra la trata de personas. Según la estimación presentada el martes por la fundación australiana Walk Free, la trata afecta en el mundo a más de 45 millones de personas. La cifra es un 25 % superior a la de dos años antes, lo que refleja no tanto un aumento real del problema, como de los casos detectados, que abarcan prostitución y trabajos forzados, servidumbre por deudas o matrimonios concertados. El Vaticano acoge los días 3 y 4 de junio un quinto encuentro con la presencia de unos 150 juristas de todo el mundo, que intercambiarán experiencias sobre la lucha contra este delito y otros estrechamente relacionados como el crimen organizado y el lavado de dinero.

El Papa envió en enero por medio de Gustavo Vera cartas manuscritas a jueces y fiscales argentinos invitándoles a participar. Los nombres de un segundo grupo de invitados argentinos salieron de las reuniones de Vera con responsables del poder judicial. Procedimientos similares se utilizaron en otros países. Los tres últimos nombres de la lista se los dio el jueves a Sánchez Sorondo la alcaldesa de Madrid, que además es juez emérita. En esa reunión se habló en particular de una red de alcaldes de las principales ciudades europeas que impulsará próximamente el Papa para favorecer una respuesta solidaria a la crisis de los refugiados. En paralelo, serán convocados rectores de diversas universidades públicas y privadas europeas, que aportarán «propuestas académicas» y generarán «una corriente de opinión favorable» a la acogida de migrantes, explica Vera. La iniciativa –subraya– está estrechamente vinculada a la lucha contra la trata, puesto que «las personas obligadas a marcharse de su tierra –por las guerras, por la pobreza o por el calentamiento global–, se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad que permite que se aprovechen de ellas las mafias».

A «grandes problemas de la humanidad» como estos da respuesta la encíclica Laudato si, destaca en conversación con Alfa y Omega el arzobispo Sánchez Sorondo. El canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales desmiente que exista un especial interés del Vaticano en un acercamiento a la izquierda española, y destaca más bien la capacidad de la doctrina social de la Iglesia de «ofrecer hoy soluciones» en las que pueden converger amplios sectores políticos y sociales, que es «lo que hoy hace falta».

Con Errejón y Rita Maestre

Eso no ha impedido que Gustavo Vera centrara sus encuentros la pasada semana en Madrid en personalidades de Podemos. Tras el regreso a Roma de Sánchez Sorondo, el presidente de La Alameda se reunió, entre otros, con Íñigo Errejón, número dos de la formación; con el responsable de Relaciones Internacionales de Podemos, Pablo Bustinduy, o con la portavoz municipal en Madrid, Rita Maestre. Según destaca, la acogida de la última encíclica del Papa por parte de todos ellos ha sido «muy positiva». «Creo que en Podemos hay algunas tendencias y propuestas emparentadas con la Laudato si, por ejemplo todo lo que tiene que ver con la defensa de los inmigrantes, la lucha contra la corrupción o las críticas al modelo económico», afirma Gustavo Vera, quien preguntado acerca de si Francisco tenía noticia de estos encuentros, no duda en responder: «Sí, por supuesto».

Otra pregunta obligada se refiere a las diferencias que separan en otros temas a Podemos de la Iglesia. «Es cierto, pero esas diferencias se abordan mejor si existen previamente puntos de encuentro», tercia el portavoz de La Alameda, Lucas Schaerer. «Tampoco es fácil a veces la relación con la derecha –añade Vera–. Pensemos en esa derecha que se dice católica, pero que profesa una fe sin obras, una fe metafísica».