Cartas a la redacción - Alfa y Omega

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Libertad y sensatez

Resulta muy triste ver el maltrato que la religión cristiana está recibiendo por parte del laicismo radical y del populismo. Nosotros tenemos en nuestras manos la mejor sanción. Ahora que estamos en tiempo de elecciones, debemos pensar muy bien a qué políticos vamos a votar. Un mínimo de sensatez exige no entregar el poder a unos políticos que dan claras muestras de su ignorancia y de su falta de respeto a los ciudadanos y a las leyes. Hemos de votar en libertad, pero con sensatez.

Manuel Ángel Puga
Madrid

Eres mi escudo

Eres mi escudo, Señor. Por ti madrugo y en ti me enorgullezco, alabo tus grandezas y dones que a diario me regalas. ¡Qué difícil es el camino a la perfección, Señor! Caigo tantas veces… Abre mi camino a tu alegría y sana estas pobrezas. Tú, la misericordia y el amor rondando día y noche en las almas.

Juan Redondo Muñoz
Córdoba

La Religión, también en la escuela

Al final de curso se reúnen los claustros de profesores de toda España, entre otras cosas, para establecer las asignaturas optativas para el próximo curso en los Bachilleratos. Por primera vez, la LOMCE establece que una de ellas es la asignatura de Religión. Es optativa y no obligatoria para nadie, pero existe un grupo organizado para dejar la Religión fuera de la escuela, que da anticuados argumentos de falsa progresía: que es una asignatura «irracional», que «debe cursarse en las parroquias» o que hace a los alumnos «dogmáticos». Están consiguiendo que en varios centros los claustros decidan que no se curse.

Los cristianos debemos estar muy alerta para que nuestras nuevas generaciones no olviden las raíces cristianas de Europa, entiendan los cuadros del Museo del Prado, gocen con el canto gregoriano y la música de Bach o Haendel, disfruten de la belleza de nuestras catedrales y la poesía de nuestros místicos, comprendan a Gaudí o a Pasteur, y no ignoren que gracias a los monasterios se conservaron los tesoros de la civilización clásica. Tampoco deben desconocer la acción asistencial de la Iglesia durante siglos, una caridad que no es de limosnas sino de justicia. Finalmente, no podemos hurtarles el conocimiento de la acción salvadora de Cristo y los auténticos valores que dan seguridad frente a los problemas de la vida.

María Dolores Varela
Madrid