«Buscar la verdad es la marca de la casa» - Alfa y Omega

«Buscar la verdad es la marca de la casa»

Casi 1.000 personas han participado en el congreso educativo 800 Hacia la sabiduría, en el que la Orden de Predicadores ha recordado la importancia de unir la actividad educativa con la evangelización, celebrado en el octavo centenario de la orden

José Antonio Méndez
Fray Francisco Javier Carballo, en la inauguración del Congreso. Foto: Prensa Dominicos

«Educación y evangelización están hoy más que nunca interrelacionadas. La educación conserva una perspectiva de futuro y es un camino prioritario para la evangelización» porque «la educación es el lugar donde se dignifica la humanidad». Así explicaba fray Bruno Cadoré, maestro de la Orden de Predicadores, la importancia que tiene para la familia dominicana su labor educativa, 800 años después de que el español santo Domingo de Guzmán fundase la orden. Y lo hacía en el congreso educativo 800 Hacia la sabiduría que los dominicos han celebrado esta semana en Madrid, organizado por las tres fundaciones educativas que aúnan los más de 100 colegios que dominicos y dominicas tienen en España (la Fundación Santo Domingo, San Francisco Coll y Dominiques de la Anunciata de Catalunya).

Evangelio y neurociencia

Más de 800 educadores de España, Italia, Suiza, Colombia, Perú, Ecuador y Costa Rica han participado en un encuentro que ha profundizado no solo en la centenaria tradición educativa de la orden, sino también en las más avanzadas teorías pedagógicas de la neuroeducación y la inteligencia emocional. Porque, como explica para Alfa y Omega fray Francisco Javier Carballo, presidente de la Fundación Santo Domingo, «para los dominicos, buscar la verdad, promover la dignidad de la persona, y vincular estudio, Evangelio, pobreza y predicación son las marcas de la casa. Santo Tomás de Aquino –que era dominico– decía que estamos abiertos a la verdad venga de donde venga, porque donde está la verdad, allí está el Espíritu Santo. Por eso estamos abiertos a lo que poco a poco la ciencia va descubriendo sobre la evolución del cerebro humano y su aplicación a la educación».

Junto a esta apuesta por las pedagogías más innovadoras, la Orden de Predicadores quiere recuperar y extender «la tradición de la sabiduría, que no es solo una transmisión de conceptos, sino una inteligencia arraigada en los valores evangélicos que vive una comunidad», explica fray Carballo. «Hoy casi nadie habla de sabiduría, ni siquiera en la predicación. Y es una gran pérdida, porque la sabiduría une el estudio, el testimonio personal y la vida comunitaria», añade. Algo que, lejos de quedarse en las alturas de la reflexión académica, se puede transmitir incluso a los más pequeños a través de los colegios, «porque la auténtica educación siempre exige el compromiso de vida y el testimonio de los educadores».

Otra de las características que aporta el carisma dominicano a la enseñanza, y que la orden ha querido reivindicar en el congreso, es el valor de la humildad y de la pobreza: «La humildad –afirma fray Carballo– es la raíz del aprendizaje. Solo desde la humildad puede darse el encuentro con lo diferente y el diálogo con lo desconocido. La pobreza existencial, saber que somos mendicantes, nos ayuda a recordar que necesitamos seguir aprendiendo siempre; y eso implica un desapego de lo material que enriquece a la persona». «Eso es lo que sostiene nuestra labor educativa y lo que queremos transmitir a nuestros alumnos, y también a sus familias», concluye.

La educación dominica en cifras
  • Tres fundaciones educativas
  • Más de 100 colegios
  • Casi 5.000 profesores
  • Más de 50.000 alumnos