«Es necesario recuperar la estabilidad política para generar inversión» - Alfa y Omega

«Es necesario recuperar la estabilidad política para generar inversión»

El Observatorio Socioeconómico y Político de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, ha hecho público el pasado sábado su último informe sobre la coyuntura económica española, titulado Situación de la economía y el empleo en España

AVAN

En él considera necesario «recuperar cuanto antes» el horizonte de estabilidad política y normalidad institucional que permita afianzar la recuperación económica así como preservar las condiciones de confianza y seguridad propicias a la inversión, continuando con las reformas necesarias y haciendo que «este proceso de mejora económica se traslade y beneficie a todos los ciudadanos en forma de recuperación del empleo».

Para consolidar el escenario de recuperación económica, los expertos consideran «indispensable que se forme, cuanto antes, un gobierno estable que garantice, que en los próximos años, se continúen corrigiendo los desequilibrios macroeconómicos» y se siga profundizando en la ejecución de las reformas estructurales que posibilitarán el avance hacia un crecimiento económico sostenible. Destacan, además, la necesidad de mantener el control presupuestario y la racionalización administrativa y tomar nuevas medidas que impulsen la creación de empleo.

Tendencia positiva a pesar de la incertidumbre

A pesar de la reciente revisión a la baja de las expectativas de crecimiento pronosticada por el FMI, que coincide con una bajada general de estimaciones de las 18 principales economías del mundo, las previsiones del Gobierno de España prevén un crecimiento superior al 2,6 % en 2016 y del 2,4 % en 2017, con una creación de empleo de unos 900.000 puestos de trabajo en dos años.

De esta forma, pese al contexto incierto, especialmente en el ámbito internacional, «parece que seguirá la tendencia positiva de la economía española, que reflejan los datos macroeconómicos y avalan numerosas instituciones y organismos, nacionales e internacionales».

El Observatorio señala que en la etapa más reciente, la situación del mercado de trabajo ha experimentado «un cambio claro de signo, abandonando el alto ritmo de destrucción de empleo y registrando avances evidentes en la reducción de la tasa de paro». No obstante, los expertos subrayan la necesidad de seguir tomando medidas que permitan que la mejoría de la coyuntura económica se refleje en una «reducción significativa del desempleo». De hecho, el desempleo sigue a la cabeza de las preocupaciones de los españoles y de forma muy destacada (con un 77,1 %) según refleja la encuesta del CIS.

Mayor creación de empleo

Los expertos también destacan que sería deseable que la creación de nuevos puestos de trabajo se tradujese en una mayor creación de empleo estable y de calidad, fomentándose la contratación indefinida y protegiendo a los colectivos con mayores dificultades de inserción laboral. En este sentido, desde el Observatorio se recuerda que, «tras la dura crisis vivida en nuestro país, las tasas de desempleo son aún muy elevadas, superiores a la media comunitaria y a la media de los países desarrollados, y que tras ellas hay muchos dramas personales y situaciones de dificultad». Por ello, subraya que son las personas más vulnerables y los colectivos en riesgo de exclusión, los que han de ser objeto de atención prioritaria.

Respecto al déficit, los expertos subrayan que, en los últimos años, se ha producido un desajuste creciente entre el gasto público y los ingresos recaudados. Ello ha provocado el aumento del déficit y un endeudamiento excesivo de las administraciones públicas españolas, según los datos que recoge la agencia europea Eurostatt.

Recientemente, la Comisión Europea ha pedido nuevamente a España que garantice una corrección duradera del déficit excesivo, reduciéndolo al 3,7 % del PIB en 2016 y hasta el 2,5 % en 2017; con lo que se amplía un año el plazo para cumplir con los objetivos marcados. Además, la Comisión ha instado a «la adopción de las medidas estructurales necesarias» y ha propuesto un esfuerzo de más de 8.100 millones de euros, en dos años.

Las administraciones públicas españolas acumulan una deuda pública de 1.095.358 millones de euros, una cifra que supera el 100 % del PIB (algo que no sucedía desde 1909). Sin embargo, el endeudamiento privado ha caído de manera muy relevante, reduciendo uno de los principales desequilibrios de nuestra economía. En 2015, la deuda de las familias se redujo a niveles de 2006 y la de las empresas también se ha contraído notablemente.

Cumplir el objetivo de estabilidad presupuestaria

En cualquier caso, España «debe cumplir el objetivo de estabilidad presupuestaria mediante una consolidación fiscal progresiva ya que el equilibrio de las cuentas públicas es un factor decisivo que mejorará la confianza de los inversores en nuestra economía y repercutirá positivamente sobre el crecimiento y empleo». En los próximos años, es necesario asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas y del endeudamiento y mostrar una voluntad política y social clara de reducir los desequilibrios, porque son factores que contribuyen a reducir las incertidumbres e impulsan la economía.

Dada la relevancia de las pequeñas empresas en el tejido empresarial español, donde el 99,88 % de las empresas son pequeñas o medianas (PYMES) y el 83,3 % de las empresas tiene dos o menos asalariados, las administraciones públicas deben tener en cuenta especialmente las necesidades específicas de estas empresas, según los expertos. Debe propiciarse un contexto que facilite su actividad y promueva el desarrollo empresarial, racionalizando y simplificando la administración, eliminando trabas administrativas, mejorandola regulación económica empresarial, facilitando el acceso a la financiación de las empresas y creando un marco fiscal competitivo.

El Observatorio

El Observatorio Socioeconómico y Político de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir analiza pormenorizadamente el contexto general que atraviesa España en su último informe científico de análisis de la Situación de la economía y el empleo en España en el que colaboran más de 72 expertos de distintos ámbitos y reconocida trayectoria profesional.

Comunicado completo

El Observatorio Socioeconómico y Político de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, tras haber aprobado un Dictamen sobre la Situación de la economía y el empleo en España en su última reunión, considera adecuado compartir el resultado de sus estudios y reflexiones:

1.- Teniendo en cuenta que la crisis de humanidad es el centro esencial del que se originan los problemas que padece nuestra Nación, el desempleo continúa siendo el gran problema social y económico de España y se mantiene en niveles muy preocupantes. De ello, que el mayor reto al que se enfrenta nuestro país sea impulsar la creación de empleo.

2.- La economía española se encuentra en fase de recuperación y, de momento, pese al contexto incierto tanto nacional como internacional, parece que seguirá una tendencia positiva. La mejora de la economía es un hecho avalado por los datos macroeconómicos y por los informes de numerosos organismos e instituciones, nacionales e internacionales, de reconocido prestigio.

3.- En estos momentos, resulta prioritario consolidar y fortalecer la recuperación económica y la creación de empleo. Para ello, es necesario que exista un escenario de estabilidad a todos los niveles puesto que los agentes económicos necesitan un clima de confianza y seguridad.

4.- La inestabilidad política actual, supone un grave riesgo para la recuperación económica, la creación de empleo, la evolución del endeudamiento y la captación de inversiones. Que se cumplan las buenas perspectivas económicas pronosticadas, dependerá también del devenir de la situación política.

5.- Uno de los desafíos del mercado laboral es superar las situaciones de precariedad que afectan a un porcentaje significativo de trabajadores. Por ello, en los próximos años deben seguir adoptándose medidas para que la creación de nuevos puestos de trabajo se traduzca en empleo estable y de calidad.

6.- La mejora de la economía debe alcanzar a todos sin distinción y, de este modo, los más débiles deben ser los mejor tratados. Es importante que las personas con discapacidad o quienes se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social, estén presentes y sean parte activa de nuestra sociedad. El verdadero progreso social tiene que partir del reconocimiento y la protección a los más necesitados.

7.- Para lograr una mayor eficacia en las políticas de empleo sería positiva una mayor coordinación entre todas las administraciones públicas y el respaldo a la labor que realizan las entidades de acción social con mayor trayectoria y experiencia. Es importante destacar la mediación ejercida por Cáritas que ha ayudado a muchas familias en situaciones de desahucios y la labor de la Iglesia que en 2014, atendió y acompañó a 4.738.469 personas en sus 9.062 centros sociales y asistenciales.

8.- Es necesario seguir avanzando hacia una mayor igualdad laboral entre hombres y mujeres y una verdadera conciliación familiar. Para ello, debe ponerse en valor el papel de la mujer en la familia y en la sociedad, promoviendo su presencia eficaz en el ámbito del trabajo. Debe progresarse hacia un nuevo paradigma de la reciprocidad en la equivalencia y la diferencia.

9.- Los jóvenes están llamados a ser los protagonistas y artífices de una renovación social aunque son uno de los colectivos que más está sufriendo las consecuencias del desempleo. Para que los jóvenes puedan protagonizar el relevo generacional que les corresponde, la sociedad y las instituciones públicas deben promover su integración social y laboral pero han de ser ellos quienes apuesten por ejercer una ciudadanía plena, basada en una participación constructiva y responsable, que sea respetuosa y útil para el progreso de la sociedad en su conjunto.

10.- La crisis de humanidad en la que nos encontramos, también ha dejado su huella en las relaciones laborales. Es necesario impulsar una cultura de nueva humanidad desde una ecología integral, incorporando una reflexión antropológica que nos lleve a poner en valor al hombre y el cuidado del mismo en todas sus dimensiones en función de su realización y felicidad. De esta forma, podrá alcanzarse un auténtico progreso social y moral.