Árabe no es musulmán - Alfa y Omega

Árabe no es musulmán

Cristina Sánchez Aguilar
Foto: CNS

Los tres primeros siglos fueron tiempos de persecución contra los cristianos. En el año 313 el emperador Constantino promulgaría el Edicto de Milán, que garantizaba a los cristianos su derecho a existir y a no ser perseguidos. En los siguientes 150 años se sucedieron cuatro concilios ecuménicos –Nicea, Constantinopla, Éfeso y Calcedonia– en los que se definieron las bases de la teología cristiana y sus dogmas. La división de posturas a favor o en contra de esta nueva dogmática es el origen de la diversificación de las diferentes Iglesias orientales y comunidades árabes cristianas, que perviven hoy en el extenso esquema de la cristiandad.

Son los coptos, asirios, melquitas, maronitas, armenios…, nombres que el gran público está acostumbrado a escuchar, sobre todo últimamente, en medio de la avalancha de noticias que llegan sobre Oriente Medio. Pero «no sabemos exactamente quiénes son ni qué lugar ocupan en el complejo tablero de ajedrez en el que se ha convertido esta región del planeta», explica Óscar Garrido, periodista, profesor de Relaciones Internacionales en el Centro Universitario Villanueva y autor del libro Arrancados de la tierra prometida, publicado por la editorial San Pablo.

No hay muchos que sepan que los coptos constituyen la mayor comunidad árabe cristiana de Oriente Medio, o que los maronitas tienen su origen en el Líbano, único país donde los cristianos no son una minoría y donde el jefe de Estado tiene que ser, como establece la Constitución, un cristiano. Por eso, el principal objetivo del autor al escribir estas 300 páginas, fruto de una ardua labor de documentación, es que el lector conozca «el origen de estas comunidades, cómo son percibidos por sus convecinos musulmanes y cuáles son sus perspectivas de futuro», señala en la introducción. La mayoría de los españoles «desconoce que hay países en Oriente Medio que no son completamente musulmanes. Esto se debe, en parte, a que tendemos a identificar lo árabe con lo musulmán», explica Garrido. «Ignoramos que en Egipto hay diez millones de árabes cristianos y que en Siria, antes de la guerra, había cerca de dos millones».

El periodista concluye el volumen aludiendo al complejo presente y futuro de las comunidades cristianas en Oriente Medio, «donde la propuesta del islamismo político de volver a la sharia está conduciendo a los cristianos a una marcha atrás en términos de libertades y derechos, y lo que es más grave, en el derecho a la vida». De hecho, según la ONG Open Doors, a la que alude el autor, países como Irak, Siria o Egipto ocupan el top ten de asesinatos de cristianos. Solo en 2014 murieron 271 en Siria, 60 en Irak y 43 en Egipto.