Rabía consiguió la dación en pago. Se quedó sin deuda pero también sin casa - Alfa y Omega

Rabía consiguió la dación en pago. Se quedó sin deuda pero también sin casa

Mónica Moreno
Rabía, de espaldas, durante la entrega de llaves de su nuevo piso. Foto: Cáritas Toledo

Rabía –separada y natural de Marruecos– tiene dos hijos de 14 y 3 años respectivamente a su cargo. El pequeño padece una grave enfermedad en los ojos, lo que hace que Rabía no pueda trabajar. Antes de que le detectaran la enfermedad esta madre de 38 años trabajaba de camarera en un bar, y tenía una casa en propiedad. Al llegar la enfermedad tuvo que dejar el trabajo, y le era imposible pagar la hipoteca. Después de mucha lucha y de mucho sufrimiento con las entidades bancarias, Rabía consiguió la dación en pago. Se quedó sin deuda pero también sin casa, y tuvo que empezar de nuevo en una vivienda de alquiler social por la que hasta ahora ha pagado 380 euros. Un alquiler elevado, que supone que llegar a fin de mes le fuera prácticamente imposible.

«Te ayudaremos»

A partir de ahora su vida cambiará, porque su familia es una de las tres que estrenarán este mes hogar en unos pisos situados en el polígono residencial de Santa María de Benquerencia de Toledo, cedidos por la Consejería de Fomento del Gobierno de Castilla-La Mancha a Cáritas Diocesana de Toledo para el Programa de Vivienda. Esta iniciativa busca atender la necesidad de una vivienda digna de las personas sin hogar o en el umbral de la exclusión social.

La cara de las familias que a finales de septiembre recibieron las llaves de sus nuevas casas reflejaba el objetivo de Cáritas Diocesana de Toledo con el Programa de Vivienda: la alegría por vivir dignamente, sintiendo el amor misericordioso de Dios y de la Iglesia que te ayuda. «No te preocupes. Te ayudaremos», recuerda Rabía que escuchó al acudir a Cáritas en busca de un futuro para sus hijos.

Línea estratégica para 2016

El director de Cáritas, Antonio Espíldora, manifiesta a Alfa y Omega que el acceso a una vivienda digna es una de las líneas estratégicas de Cáritas para este año 2016, recordando las palabras del Papa Francisco en Laudato si: «La posesión de una vivienda tiene mucho que ver con la dignidad de las personas y el desarrollo de las familias. Es una cuestión central de la ecología humana».

«Para mí esta vivienda supone todo. Un cambio de vida. Paso de pagar 380 euros a pagar 42 euros mensuales más gastos de comunidad, lo que permitirá que pueda ayudar más a mis hijos. Incluso el colegio de mi hijo está muy cerca. Todo parece cambiar», afirma Rabía.

Mucho más que una casa

La entrega de estas viviendas se ha producido después de un proceso de valoración de los técnicos del Programa de Vivienda de Cáritas Toledo, en el que han participado 15 familias que tenían que estar inscritas en el Registro de Demandantes de la Vivienda de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Rabía y sus hijos o Luis Manuel y Yoli, con su pequeño, y Omar y Emma, iniciarán ahora una nueva etapa en su vida, porque para todos ellos supone adquirir una vivienda digna y un cambio en todos sus ámbitos de vida social, empleo, salud y educación, al sentirse queridos, acogidos y escuchados.

Para conseguir este cambio de vida y de hábitos estas familias estarán acompañadas en todo momento por una educadora social de Cáritas Diocesana de Toledo. El acompañamiento y el seguimiento personalizado a las personas –explican desde esta entidad– son básicos en la acción caritativa de Cáritas, y algo fundamental para salir de la exclusión social. Se acompaña a la familia marcando unos objetivos en función de sus características y necesidades, estableciendo un plan de trabajo que pretende mejorar sus condiciones de vida y su inserción laboral, e implementando actividades socioeducativas y de sensibilización.

Familias de Emaús: acompañamiento evangelizador

Con el objetivo dar respuesta a una de las peticiones del Papa Francisco en Evangelii gaudium («la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual»), Cáritas Diocesana de Toledo y la Delegación de Familia y Vida de la archidiócesis han puesto en marcha el programa Familias de Emaús, con nueve familias del Programa de Vivienda.

Gracias a Familias de Emaús, estas no solo reciben ayuda material, sino que también se las acompaña en su vida espiritual y en su integración en la vida de sus parroquias. «Es necesario estar con los pobres –hacer el camino con ellos– y no limitarnos a dar a los pobres solo recursos, pues el que acompaña se acerca al otro, toca el sufrimiento, comparte el dolor», manifiesta Antonio Espíldora, que resalta que «no estaremos comprometidos con los pobres hasta que no seamos sus amigos».

Estas familias de Cáritas están acompañadas por once familias de la Delegación de Familia y Vida, que les prestarán ayuda y podrán ser modelo de familia cristiana, cuya fe les hace salir adelante en medio de sus problemas diarios. Familias de Emaús es un proyecto evangelizador, basado en compartir la fe y la vida, en el que una familia, como el Señor en el camino de Emaús, sale al encuentro.