Gentes: Ignacio Sánchez Cámara, catedrático de Filosofía del Derecho (en ABC) - Alfa y Omega

La verdad nos hace libres, y el dolor grandes. Nadie ha sido más grande que Jesús abandonado en Getsemaní y luego clavado en lo alto del Gólgota. El dolor es la forja del alma; es un mal, pero repleto de cosas buenas. La ilusión de la autosuficiencia humana sólo puede quebrarse mediante el sufrimiento. El dolor es el último recurso de Dios para hacernos verdaderamente felices -es decir, buenos y sabios-, y salvarnos. El dolor es el manotazo que nos permite recibir lo único que puede hacernos felices: la entrega total a Dios.