Una santa incomprendida - Alfa y Omega

Una santa incomprendida

«Feliz hija de Dios». Así era como las Hermanas de la Congregación de Nuestra Señora de la Misericordia definían a Faustina Kowalska, la joven polaca que, con 20 años, llegó al convento con una sonrisa…

Cristina Sánchez Aguilar

«Feliz hija de Dios». Así era como las Hermanas de la Congregación de Nuestra Señora de la Misericordia definían a Faustina Kowalska, la joven polaca que, con 20 años, llegó al convento con una sonrisa imperturbable y un afán incansable de ayudar a quien lo necesitara. «Que siempre me fije en lo que hay de hermoso en las almas, Señor. Que mis ojos sean siempre misericordiosos», pedía en sus oraciones. Allí pasó las horas de su vida, trabajando en diferentes casas de la Congregación como cocinera, jardinera o portera.

Pero quien la mirase desde fuera, no podía intuir la intensa vida mística que la joven llevaba por dentro. Faustina tuvo visiones divinas en las que Jesús le pedía que extendiera la devoción a la Divina Misericordia y pintase un cuadro con su imagen, en el que manase de su costado sangre y agua. También tenía contacto con las almas del purgatorio; así sucedió una noche, en la que una Hermana de la Congregación, fallecida dos años antes, se le apareció y le pidió oración inminente.

La película Faustina, Apóstol de la Divina Misericordia, del polaco Jezy Lukaszewick, fue estrenada en 1994 con motivo de la beatificación de Faustina. Hace un retrato pausado de la corta pero intensa vida de la joven –nació en 1905 y falleció en 1938–, haciendo hincapié en la lucha de la santa por ser comprendida por sus Hermanas, su superiora y su confesor, que tomaron la historia con escepticismo. También refleja la etapa en la que cayó enferma de tuberculosis, y la fuerza que la sostuvo hasta que falleció en el convento. El DVD está distribuido por Goya Producciones: www.goyaproducciones.com