Carlos Romero: «Se puede presumir de ser cristiano» - Alfa y Omega

Carlos Romero: «Se puede presumir de ser cristiano»

Ricardo Benjumea
El presidente de la ACdP durante la entrevista. Foto: CEU

Yo soy cristiano: hechos y propuestas es el lema del XVIII Congreso Católicos y Vida Pública, que se celebra en Madrid desde este viernes hasta el domingo en la Universidad CEU San Pablo, una de las obras de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). Carlos Romero (Ferrol, 1951), capitán de navío en la reserva del Cuerpo General de la Armada, está desde 2011 al frente de esta centenaria organización dedicada a promover la presencia de seglares católicos en todos los ámbitos de la vida pública, una misión que, a su juicio, incluye «escuchar, dialogar y debatir ideas con todo aquel que tenga algo que decir y voluntad de entendimiento».

El lema de este XVIII Congreso rinde homenaje a los mártires contemporáneos. ¿Cómo se llegó a esta elección?
Tras los últimos atentados terroristas hemos visto eslóganes como Je suis Charlie o Je suis Niza, que están muy bien, pero resulta que hay miles de cristianos masacrados y nadie dice nada. Ese fue un argumento de peso, pero también se escogió este lema para reivindicar que somos cristianos y podemos decirlo con un legítimo y sano orgullo, porque hay miles, millones de cristianos, haciendo cosas fantásticas.

Hechos y propuestas. ¿Cuáles son esos hechos?
Solo hay que mirar alrededor la cantidad de cosas que hacemos los cristianos, cada uno en su nivel, desde sus posibilidades. Para la presentación del congreso tuvimos al secretario general de Cáritas Europa, una organización que realiza una labor increíble en las situaciones más difíciles. Es un ejemplo. Hay muchos más en cualquier otro ámbito que podamos imaginar, desde la educación al mundo de la empresa. Incluso en la política, aunque en este caso, es verdad, hay bastantes menos católicos de lo que nos gustaría, al menos católicos que den la cara abiertamente.

¿Y las propuestas?
Las propuestas serán las que vayan saliendo en todos esos ámbitos del congreso: la universidad, la misión, los medios de comunicación, la cultura…

¿Pero qué mensaje le gustaría que quedara?
A mí me gustaría que hubiera muchísimos cristianos que se dieran cuenta de que ser cristiano es algo de lo que se puede presumir, de lo que no hay que avergonzarse. Muchos no se atreven a dar la cara, o separan radicalmente su vida personal de su vida pública. Nosotros creemos que el testimonio cristiano hay que darlo tanto en la vida personal y familiar, como en el trabajo y la vida pública.

Hacía usted mención antes a la política. La Transición fue una etapa gloriosa en lo que respecta a la participación en política de la ACdP. ¿Por qué no hay apenas ahora propagandistas en política?
Los partidos políticos se han convertido en organizaciones muy cerradas. Si una persona con inquietud política y experiencia profesional acude al Partido Popular o al Partido Socialista, y dice: «Quiero participar», lo primero que le responden es que se ponga a la cola, donde hay chavales que, desde los veintipocos años, militan en las juventudes del partido, y van subiendo poco a poco en el escalafón. Personalidades de la empresa que han querido dar el salto a la política, como Manuel Pizarro, no han durado un cuarto de hora. Esto es lo que pasa ahora. No era así en la Transición, cuando muchos propagandistas participaron en política, sobre todo a través de la UCD. Eran profesionales que tenían su carrera fuera del partido, no vivían de la política. Participaban unos años y después volvían a su trabajo. Eso ahora es muy poco frecuente.

Pero el interés por la política sigue ahí. En las próximas semanas desfilarán por diversos actos y jornadas del CEU la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; el ex secretario general del PSOE, Joaquín Almunia; el ex director gerente del FMI, Michel Camdessus…
Procuramos que la relación con el mundo político sea fluida, y que personas como estas puedan venir a nuestra casa con tranquilidad. Lo que no podemos hacer es cerrar las puertas: las tenemos que tener siempre abiertas para escuchar, dialogar, y debatir ideas con todo aquel que tenga algo que decir y voluntad de entendimiento.

El secretario general de Cáritas Europa, Jorge Nuño, y Carlos Romero presentan el congreso. Foto: CEU

Si miramos la lista anterior resulta, por ejemplo, que a la Comunidad de Madrid se le acusa de imponer la ideología de género en las escuelas.
A veces el diálogo es complicado, estoy de acuerdo, pero hay que intentarlo siempre. No hay que romper nunca el diálogo.

¿Cómo ve esta legislatura en España?
Con preocupación. A mí me gustaría que esta situación sirviera para impulsar grandes pactos de Estado como sucedió en la Transición, pero soy escéptico. Para eso hace falta voluntad de entendimiento. Aunque, claro, tampoco es que los cristianos seamos un ejemplo de unidad. Si estuviéramos unidos en los temas fundamentales tendríamos muchísima más fuerza en política.

Con el nombramiento de una nueva secretaria general, Sirga de la Pisa, la ACdP afronta, de algún modo, un relevo generacional. ¿Cómo ve el momento de la asociación y sus retos?
Los retos son los de siempre: logar una mayor presencia y mayor participación en la vida pública. El relevo generacional es un hecho, aunque yo creo que el relevo de las personas tiene que ser continuo. No hay que marginar a nadie por cuestiones de edad; evidentemente, hay que contar con todos, pero debemos adaptarnos a cambios en la sociedad que son continuos y cada vez más rápidos. Para mirar el futuro con ilusión y esperanza hace falta incorporar nuevas ideas, nuevas formas de hacer las cosas…

Ante estos cambios vertiginosos que generan incertidumbre, ¿cree que la Iglesia –y la ACdP en particular– está llamada a aportar estabilidad —cimientos seguros—, o más bien a intentar adaptarse y ofrecer respuestas a los nuevos retos, aun a riesgo de equivocarse? ¿Dónde está el punto de equilibrio?
Yo creo que siempre es necesaria la sensatez, pero estoy completamente de acuerdo con el Papa, que nos dice que es mejor salir y constiparse que no quedarnos en casa calentitos sin hacer nada por miedo. Con sentido común, el Papa nos anima al diálogo permanente, a la cultura del encuentro… En cuanto a los propagandistas, no somos omnipotentes, llegamos hasta donde podemos, aunque nos gustaría llegar más lejos y siempre estamos embarcados en nuevas ideas e iniciativas. En breve vamos a lanzar una revista digital, El debate de hoy, que dirige Justino Sinova. Ya tenemos equipo de redacción, colaboradores… Es un proyecto muy ilusionante.

De la crisis en Europa, a Cuba y Venezuela

El nuncio del Papa acude mañana un año más a la apertura del Congreso Católicos y Vida Pública. A monseñor Renzo Fratini le acompañará el obispo de Guadix y consiliario nacional de la ACdP, monseñor Ginés García Beltrán. La primera ponencia correrá a continuación a cargo del ex director gerente del Fondo Monetario Internacional, Michel Camdessus. Entre las personalidades internacionales que van a participar figuran también el presidente de Signis Internacional, Gustavo Andújar, que siendo responsable de prensa de la Conferencia Obispos Católicos de Cuba, desempeñó un papel fundamental para hacer posible el viaje de Juan Pablo II a la isla en 1998. Otro país latinoamericano, Venezuela, será protagonista el domingo en la clausura del congreso, con la conferencia de Leopoldo López, padre del opositor encarcelado del mismo nombre.

Misioneros, responsables de pastoral penitenciaria, rectores de universidad, periodistas católicos… participarán en un congreso en el que está previsto también un debate con representantes de las iglesias ortodoxa y evangélica en España. Y habrá, un año más, sendos congresos paralelos de niños y jóvenes, junto a la ya tradicional Noche Joven en el colegio mayor San Pablo, con la participación, entre otros, de la periodista de 13TV Irene Pozo y del vicario Episcopal de Pastoral Social de Madrid, José Luis Segovia. Todas las sesiones podrán seguirse en directo a través de la web www.congreso.ceu.es. La Misa del domingo, retransmitida por La 2 de TVE, será presidida por el arzobispo de Madrid, monseñor Osoro.

La semana pasada hubo ya un primer aperitivo de este XVIII Congreso con la presentación a cargo del secretario general de Cáritas Europa, Jorge Nuño, quien denunció «una crisis de solidaridad» en Europa, con cerca de 120 millones de personas en riesgo de pobreza y una creciente precarización del trabajo. «Uno de los síntomas de esta crisis —dijo— es el paradigma de la austeridad, que se ha impuesto caiga quien caiga» y está erosionando los lazos sociales. Otros síntomas son «la incapacidad de la UE de recibir y distribuir a refugiados e inmigrantes» y el auge del nacionalismo, en detrimento del bien común de los europeos. «Se está perdiendo la UE como proyecto común», advirtió.