Antídoto contra la desesperanza - Alfa y Omega

Antídoto contra la desesperanza

José Francisco Serrano Oceja

La iniciativa de la editorial Nuevo Inicio, proyecto cultural de fondo y con forma del arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez, nos ofrece una novela que sorprenderá a más de un lector. No es infrecuente que quienes se dedican a la filosofía escriban, además de sesudos libros de pensamiento, novelas. En este caso es el filósofo vietnamita de nacimiento, y francés de nacionalidad, Michel Henry, responsable del llamado giro teológico de la fenomenología francesa, quien se aventura en el mundo de la ficción que bien pudiéramos denominar, si no fuera una contradicción en sí misma, ficción teológica.

Michel Henry fue profesor de las Universidades de Montpellier, Católica de Lovaina, Sorbona, y de las de Washington o Tokio, entre otras.

Durante la Segunda Guerra Mundial, se unió a la Resistencia, siendo conocido en esas filas por el nombre clave de Kant.

De entre sus libros de filosofía, hay que destacar Yo soy la Verdad: Hacia una filosofía del cristianismo, Encarnación: Una filosofía de la carne, o su libro póstumo Palabras de Cristo.

La novela que ahora reseñamos es la tercera escrita por este autor. En su versión original, se denominó El manicomio, y tiene como trasfondo la obra de Dickens Grandes esperanzas. El protagonista, José, se proclama Hijo del rey. Internado en un manicomio, ejerce una profunda influencia sobre un grupo notable de enfermos, a través de un liderazgo basado en una lógica y una coherencia interna y externa, que articulan una forma de vida que tiene como referencia la verdad.

Esta novela es una reflexión sobre la verdad última de la realidad que nos circunda, en un juego de espejos en los que se refleja el drama de la vida de los internos, el drama del sufrimiento y del amor redentor. Lo que late en el fondo de la narración es un profundo amor a la vida, a la lógica de una vida que no siempre marca con claridad la diferencia entre la locura y la cordura. Una vida que es cercenada por los efectos reduccionistas de un mundo, el nuestro, anclado en una modernidad irredenta y atrapado por la ciencia y la técnica. Un mundo sobre el que se acumulan los fracasos existenciales y las rupturas, y que demanda una mirada de esperanza. La esperanza que José ofrecerá a quienes le rodean es glosa de las actitudes y de las palabras de Jesús.

Pese a que la novela atrapa al lector en un juego de sugerencias permanentes, hay que aclarar que no pocas de sus páginas no son fáciles e, incluso, que no evitan al lector la crudeza de las perversiones contemporáneas.

Sin embargo, la capacidad de Michel Henry por captar la atención del lector es tal que esta novela, la primera de este autor traducida al español, dará que pensar y no dejará indiferente a quien se entregue a este antídoto literario contra el miedo y la desesperanza.

El hijo del rey
Autor:

Michel Henry

Editorial:

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